Todo el mundo sabe que en el espacio hay un montón de peligros que todavía son desconocidos para la humanidad. Puede que como un ser vivo corriente que pisa la superficie de este planeta tengas un amplio desconocimiento del tema, pero al igual que le pasó a los dinosaurios, un meteorito podría causar la destrucción de la vida tal y como la conocemos. Pero no te preocupes, para evitarlo tenemos el sistema DART de defensa planetaria.
Para los que no lo sepan, se trata de un sistema desarrollado por la NASA con el que pretenden hacer todo lo posible para evitar las amenazas externas a la Tierra.
DART, o el sustituto a lo que nos mostró Armageddon
Puede que te acuerdes de esa película de ciencia ficción llamada Armageddon, protagonizada por el gran Bruce Willis. En ella se planteaba un acontecimiento inverosímil para muchos, pero más posible de lo que parece: un asteroide se dirige a la Tierra de manera irremediable y la única forma de evitar el impacto es destrozarlo desde dentro. Para eso se necesita un equipo de personas especializados en la perforación del suelo, pero en la práctica real todo es mucho más complejo.
Y es que ya es un suicidio arriesgar vidas humanas para realizar semejante gesta. Por eso, la NASA ha trabajado con ahínco en dar con una solución mucho más efectiva en la que solo estén en juego unos pocos recursos y no vidas humanas más allá de los operarios que sigan de cerca la misión.
Esto último es la definición perfecta de lo que se considera DART, la defensa planetaria contra los asteroides espaciales. Su función no es más que la de crear un pequeño impacto en la roca galáctica con el fin de desviar su trayectoria respecto a la Tierra, evitando una catástrofe para el planeta y nuestra especie.
Cómo funciona el sistema DART
Con todo lo anterior puedes pensar dos cosas: la primera es por qué no reventar la roca con un misil, y una vez que la entiendas, la segunda es por qué se usa una sonda para esta defensa si no tiene tanta potencia. Empezamos por la primera premisa, y es que tiene una explicación científica muy sencilla. Resulta que si se manda una pieza de armamento al espacio a reventar una roca galáctica puede volarla en mil pedazos, los cuales pueden segur su curso contra la Tierra y, peor aún, caer en diferentes zonas de la superficie causando un efecto similar.
La segunda tiene que ver con el funcionamiento de este proyecto. DART es el nombre que se le da a la sonda ‘kamikaze’ que impacta contra el asteroide en cuestión. La NASA primero calcula la trayectoria del cuerpo celeste, el tamaño de la sonda y dónde tiene que dar con el fin de desviar el asteroide para que no impacte contra el planeta azul.
Lo más interesante de todo es que el desvío es un simple porcentaje que cambia por completo a la larga la dirección del meteorito.
Dimorphos, el primer asteroide que se desvió con DART
Si estamos hablándote de DART es porque ya se ha probado y con una sonrisa podemos decir que ha sido un éxito. La prueba se hizo en el 2022, cuando se lanzó la sonda contra la roca llamada Dimorphos con la intención de cambiar su trayectoria. Aquel 11 d eoctubre, todos los amantes de la astronomía estaban pendientes de que ese aparato del tamaño de un frigorífco colisionara de forma exitosa para cambiar la trayectoria. Y vaya si lo hizo.
La celebración en el puesto de control fue enorme, sobre todo porque el sistema de apuntado automático había funcionado a la perfección y los cálculos realizados desde la Tierra también lo fueron. Sin embargo, la tarea de la NASA no ha acabado aquí, ya que hay que realizar tareas de investigación sobre la roca en lo que a composición se refiere y efectos de la colisión posteriores.
Entonces ¿estamos seguros ante amenazas galácticas?
De momento, la misión de DART ha sido un completo éxito, por lo que se puede decir que en el futuro estaremos seguros ante una amenaza de este calibre. Sin embargo, lo que hay que tener en cuenta es que este proyecto necesita de una cosa importantísima para que sea efectiva: la información.
De no ser por los telescopios y las sondas esparcidas pro el cosmos no se hubiera podido hacer una valoración del asteroide para conocer datos como su trayectoria o tamaño, esenciales para saber si considerarlo o no una amenaza para la vida tal y como la conocemos a día de hoy.
Por lo tanto, es tan importante que los cálculos salgan bien el día del lanzamiento y colisión, como todo el proceso previo de información y cálculos previos para garantizar un éxito rotundo como se ha confirmado años después por la parte de la agencia espacial.
