Una de las cosas que todo el mundo sabe es que para volar al espacio se necesita un vehículo adaptado para ello. El único método conocido para semejante hazaña pasa directamente por utilizar un cohete que levante toda una estructura que llega al espacio. Sin embargo, hay un elemento muy importante que todas las agencias espaciales tienen en cuenta y es que los motores de dichos propulsores necesitan combustible para funcionar. Pero esto parece ser un problema del pasado con el nuevo motor que está preparando la NASA.
Resulta que la agencia espacial está trabajando en un proyecto que tiene como objetivo crear un motor para las naves espaciales del futuro y que no requiere combustible para funcionar.
El motor que no necesita combustible
Si eres fan de la ciencia ficción seguramente que te habrás hecho la pregunta de cómo funcionan los propulsores de las naves espaciales que estar viendo. La cabeza te dice que necesitarán algún tipo de combustible para poner en marcha los motores y que probablemente el uso de electricidad sea insuficiente para mover semejante más hijo de hierros de un lado al otro del espacio. Y ya no hablemos si tienen que alcanzar velocidades irrisorias para saltar de un lado al otro del universo.
Pero probablemente antes de solucionar el problema de la velocidad hay un tema importante que tratar y es la forma en que los motores se alimentan. En el espacio no hay nada más que polvo y rocas, y depender de ellas no garantiza que los motores sigan funcionando, por lo que hay que buscar una fuente de energía alternativa que sea capaz de mover una nave o cohete de un lado al otro del espacio.
Como llevar al espacio combustibles fósiles tampoco es una buena idea, lo mejor es buscar otra alternativa que ya no suponga un problema a la hora de almacenar combustible para la nave, sino que sea el propio motor el que se pueda autoabastecer sin necesidad de este. Es lo que se pretende con el motor EmDrive, como te hemos dicho, este aparato no necesita de ninguna clase de combustible para funcionar y en su lugar utiliza un sistema electromagnético para funcionar.
Podría considerarse como un magnetrón que es capaz de generar microondas a un recipiente aislador de radiación para resonar y generar el empuje suficiente como para elevar un cohete y una nave espacial. Lo cierto es que ya se han hecho algunas pruebas con este tipo de motores llegando a generar una fuerza de 1,2 mililitros por kilovatio en un espacio vacío, aunque se necesitaron muchas pruebas para llevarlo a cabo.
¿Unas pruebas que llegarán a la Tierra?
Una de las cosas que llama la atención es que en nuestro día a día podemos utilizar materiales u objetos que han sido probados precisamente por la NASA en su momento. Esto da fiabilidad a la hora de utilizar un aparato, pero llama la atención el hecho de que no todas las tecnologías son lo suficientemente útiles para que lleguen a manos de todas las personas que habitan en la tierra.
De hecho, el motor EmDrive todavía sería un proyecto en el aire que después de demostrar un funcionamiento eficiente y estable en condiciones espaciales, podría plantearse la posibilidad de que los coches del futuro utilicen esta tecnología para beneficio del propio planeta. No es de extrañar que más de uno espere con ansia la llegada de esta mejora sobre todo por el hecho de abandonar de una vez por todas los combustibles fósiles y cada vez depender menos de la renovables para mover todos los transportes del día de mañana.
Quién sabe igual es la solución para que el sueño de los coches voladores abra sus alas y los veamos el día de mañana