La idea de un coche que deje de lado la gasolina es el sueño de todo ser humano, sobre todo viendo los precios actuales del combustible y anticipando que, más tarde o más tempano, se acabará este preciado recurso. Por eso, disfrutar de un vehículo que funcione solo con la energía del sol es, sin duda, algo bastante atractivo.
La creciente preocupación por el medio ambiente y la búsqueda de alternativas a los combustibles fósiles han puesto los focos sobre los vehículos solares. Pero, ¿son realmente una opción viable para el futuro de la movilidad? ¿Será posible verlos por las calles en menos de una década? Vamos a tratar de responder a estas preguntas.
Pros y contras
Como todo lo que analizamos en este mundo, lo coches solares pueden suponer un gran atractivo para muchos, pero hay que analizar sus ventajas y desventajas en un escenario actual y, sobre todo, real.
Ventajas de los coches solares
- Sostenibilidad: Su principal ventaja es que no emiten gases de efecto invernadero, lo que los convierte en una opción mucho más limpia para el medio ambiente, ayudando a mitigar los efectos del cambio climático.
- Autonomía casi infinita: Siempre que haya sol, un coche solar podría funcionar sin necesidad de recargarse en una gaSOLinera.
- Bajo coste de funcionamiento: Una vez comprado el vehículo, los gastos de “combustible” serían prácticamente nulos, algo que a largo plazo, sin duda, va a representar un importante ahorro para el conductor.
Contras de los coches solares
- Recarga limitada: Aunque ofrezca una autonomía infinita, la cantidad de energía solar que puede almacenar un coche es limitada, especialmente en zonas con poca luz o durante la noche. Por eso, de momento, sería necesario complementar la carga de la batería principal con otros medios energéticos, ya sea gasolina o electricidad.
- Coste de fabricación: La tecnología necesaria para fabricar un coche solar es aún muy cara, lo que limita su acceso a un público general. es de imaginar que, como ha sucedido con los coches eléctricos, a medida que la tecnología avance, se abaraten los costes de producción.
- Tiempo de carga: Aunque la energía solar es gratuita, el tiempo necesario para cargar completamente las baterías de un coche solar puede ser considerablemente largo, algo que puede ser bastante incómodo si vas a realizar viajes largos de forma habitual.
- Peso y eficiencia: Los paneles solares añaden peso al vehículo, lo que puede afectar su rendimiento y eficiencia. A más peso más combustible es necesario para mover el vehículo y a más combustible consumido, menos autonomía.
- Infraestructura: La falta de una infraestructura adecuada para la carga de vehículos eléctricos, y más aún de solares, es otro obstáculo a superar. Si ahora mismo hay problemas con los cargadores eléctricos, imagina lo que sucederá con los solares. Aún falta tiempo.
El futuro de estos coches
aunque los inconvenientes, hoy por hoy, son mayores que las ventajas, la realidad es que los expertos son optimistas. La investigación en este campo avanza a pasos agigantados, y es posible que en un futuro no muy lejano veamos mejoras significativas en la eficiencia de los paneles solares y en la capacidad de almacenamiento de las baterías. Además, el desarrollo de tecnologías que prometen aumentar la eficiencia y reducir los costes de producción de estos coches puede cambiar el panorama de nuestras carreteras en poco tiempo, aunque no menos de 10 años.
Es de imaginar que, en un principio, los coches solares podrían encontrar un nicho de mercado en ciertas industrias, como vehículos de reparto en ciudades, coches de alquiler para uso en zonas turísticas con abundante sol, o incluso en competiciones deportivas. Sin embargo, a nivel usuario raso, como tu y como yo, aún queda mucho por investigar. Por suerte todos los estudios parecen ir por buen camino.
Es probable que, en lugar de reemplazar por completo a los vehículos tradicionales, los coches solares se conviertan en una opción complementaria, especialmente en aquellos entornos donde la energía solar es abundante.