En los tiempo que corren hablar de comprar algo solo para romperlo suena a desperdicio. Reciclar está de moda, y no solo por eso, si no porque tenemos un planeta que cuidar y todo lo que nos da hay que aprovecharlo al máximo. El caso es que a veces esto es necesario, como es la consideración que ha tenido la Agencia Europea Espacial (ESA) cuando ha confirmado que lanzará un satélite solo para ver cómo se destruye.
Puede que esta afirmación sea un poco extraña, pero tiene mucho más sentido de lo que parece si sigues leyendo las siguientes líneas.
DRACO, un satélite construido para romperse
Los satélites están construidos con materiales muy resistentes que les permiten mantenerse durante años alrededor de la Tierra. De hecho, algunos son capaces de mantenerse simplemente con las actualizaciones que se le manda además de las órdenes que registran para protegerse tanto de los restos rocosos del espacio hasta de las tormentas solares. Sin embargo, cuando estos elementos caen de su órbita, es imposible no pensar en que es necesario no solo recuperar el dispositivo, si no entender qué es lo que pasa cuando regresa a la Tierra.
Curiosamente, esto no es algo que las diferentes agencias espaciales no hayan estudiado a fondo lo suficiente, y prueba de ello es DRACO. Son las siglas de lo que se denomina como Destructive Reentry Assessment Container Object, que serían un dispositivo destinado a lanzarse al espacio con el fin de ser destruido. En condiciones normales, los satélites se lanzan con el propósito de que sigan en órbita mucho tiempo, pero este cuenta con unos sistemas con los que es posible estudiar a fondo cómo es la reentrada a la tierra de un aparato.
Puede parecer algo contraproducente cuando se trata de un asunto espacial, pero este objeto de estudio es mucho más importante de lo que parece. Resulta que tanto en el lanzamiento como en el regreso de estos aparatos a nuestro planeta se produce un proceso en el que interactúan con la atmósfera y es importante medir tanto los daños que recibe cualquier aeronave como la propia capa de protección terrestre.
Así es DRACO
Una de las cosas que llaman la atención del sistema DRACO es que se trata de un elemento más pequeño de lo que podrías imaginar. Para que te hagas una idea, el dispositivo cuenta con un tamaño aproximado de una lavadora con un peso de 200 Kgs. Se lanzará y actuará de la misma forma en que otros dispositivos similares se lanzan al espacio, pero lo que llama la atención es el dispositivo que hay en su interior.
Resulta que la ESA colocará una pequeña cápsula capaz de sobrevivir a todas las fuerzas y condiciones adversas de la reentrada para medir todo lo que ocurra a su alrededor y tener más datos de cómo es proceso de deterioro y como afecta a la capa que protege nuestro planeta. Para este trabajo contará con nada menos que 4 cámaras y 200 sensores capaces de medir todos estos elementos en el proceso de reentrada. Será en 2027 cuando se produzca el lanzamiento, por lo que todavía podríamos esperar cambios.