No es la primera vez que hablamos de que los aviones son el medio de transporte más seguro que hay en el mundo a la hora de viajar. Esto no significa que no haya accidentes en algún momento, pero lo cierto es que incluso los propios pilotos son conscientes de que deben de estar listos para tomar las decisiones correctas para salvar cuantas más vidas mejor. Pero esto también depende en gran medida de la capacidad de los fabricantes a la hora de construir sus vehículos y es por este motivo por los que realizan rigurosas pruebas en las que plantean diferentes escenarios para garantizar la seguridad en cada uno de sus aviones.
Y es que perder el control de un motor o el freno del tren de aterrizaje son algunos de esos escenarios, aunque lo cierto es que te puedes encontrar compruebas realmente importantes con tal de evitar hasta los problemas más graves e inverosímiles.
Por qué se hacen pruebas tan duras a los aviones
Seguramente que estás al día acerca de la importancia que es la seguridad vial. Como es lógico, si eres conductor no solamente debes reaccionar con rapidez ante los diferentes eventos que se te pueden dar en la vía por la que circulas, sino también contar con las mejores prestaciones cuando se trata de que tu coche responda con fiabilidad en las situaciones más difíciles.
Para ese motivo antes de vender un coche el fabricante deben de exponer cada vehículo a un test de estrés de lo más riguroso sobre todo si tenemos en cuenta que muchos de ellos tienen que ver con choques hasta el punto de garantizar la mejor de las respuestas para que falle todo menos el habitáculo principal.
Por lo mismo ocurre cuando hablamos de los aviones desde al fin y al cabo son estructuras que no solamente tienen que cumplir con los estándares mínimos para garantizar que vuelen sino también que en el ver de los casos puedan proteger a los pasajeros.
Cuáles son algunas de las pruebas que hacen que los aviones sean más seguros
Por si alguna vez te lo has preguntado los aviones no tienen paracaídas para los pasajeros ni siquiera para el personal de abordo. Al fin y al cabo son muchos materiales que lo único que harían sería aumentar el peso de la aeronave aunque por suerte siempre se dispone de un sistema de socorro para los pasajeros en casos de aterrizaje forzoso o amerizaje gracias a la rampas hinchables que se encuentran en los laterales del avión así como los chalecos salvavidas que pueden ayudar en caso de aterrizar en el mar.
Pero por si no sabes esto es lo mínimo que se le puede pedir a un avión a nivel de seguridad ya que antes debe superar ciertas pruebas para garantizar su funcionamiento y rigidez en el chasis. Por eso vamos a echar un vistazo a algunas de las más importantes que consiguen que este transporte sea más fiable, incluso en las peores situaciones
Pruebas de ascenso con un motor
Todos estaremos de acuerdo de que después del tren de aterrizaje, las alas son otro punto crítico de los aviones. Y ya no es solo por el hecho de que son las partes que hace que los aviones puedan volar e incluso frenar, sino porque tienen precisamente los motores colocados justo en su parte inferior. De hecho, una de las pruebas tiene que ver con un fallo en los motores, por lo que no es extraño que se hagan pruebas de ascenso con un solo motor.
Y es que aunque no te lo creas es importante que el avión pueda ascender aunque uno de sus motores no estén operativos por una razón tan sencilla como que no puede pararse en mitad de la pista. Si pasa la prueba hay buenas noticias para todo el mundo ya que no solo vemos que el avión puede ascender sin problema, sino también que puede volver y hacer que los pasajeros tomen otro avión sanos y salvos.
Existe otra prueba que en esta situación el avión debe maniobrar con el timón de cola para contrarrestar la potencia de uno de los lados donde el motor si que está operativo.
Situaciones de pista mojada
Como te puedes imaginar, el agua no es el mejor amigo de un avión. Si, es cierto que se puede volar tranquilamente en situaciones de lluvia, pero la realidad es que el problema también está en la pista, especialmente en el momento del arranque.
Si por algún casual la pista está lo suficientemente inundada, el avión debe ser capaz de despegar, probando que el agua por el que pasa el tren de aterrizaje no llega a los motores. Y es que si estos se llenan de agua podrían dejar de funcionar, y esto no se puede permitir bajo ninguna circunstancia.
Comprobar la velocidad mínima de despegue
Otra prueba tiene que ver con la velocidad mínima que necesita el avión para ascender y para eso si tienen en cuenta dos situaciones: la primera es que el avión se coloca
Pruebas de rayos
Aunque la situación es algo residual, que un rayo impacte en el chasis del avión es una cosa que puede pasar en cualquier momento del viaje, Sin embargo, los ingenieros saben que hay que proteger la aeronave de esta posibilidad y es motivo más que suficiente para estudiar los efectos. Se sabe que estos fenómenos pueden hacer que se pierda nada menos que un 25% de la eficiencia de los motores, por lo que es necesario proteger las alas todo lo posible.
Gracias a las pruebas en los laboratorios se recrean estas situaciones para ver si los motores salen ilesos y se mantienen funcionando, por no hablar de las situaciones de frio y calor a las que deben estar expuestos durante el viaje.