Para muchos es de lo más habitual llevar de un lado a otro su ordenador portátil con el que trabajan desde cualquier parte. A día de hoy se han convertido en la opción predilecta de muchos usuarios que ven como con estos dispositivos se puede hacer prácticamente lo mismo que con uno de sobremesa aunque con las limitaciones que supone depender en ocasiones de una batería para trabajar. Esto no es necesariamente algo malo el problema llega cuando eres de los que dejan siempre el ordenador conectado a la corriente.
La verdad es que esto es más común de lo que parece, pero en ocasiones puedes poner un grave problema para el equipo que vas a utilizar como vas a ver a continuación.
La batería, una gran diferencia entre los equipos de sobremesa y los portátiles
Como sabrás, hay diferentes dispositivos electrónicos que te pueden ayudar en el mundo de la productividad. Los ordenadores se han impuesto en este sentido consolidándose como la unidad principal de trabajo en oficinas y centros de administración donde se requiere el uso de estos aparatos para guardar grandes cantidades de información en un entorno digital y sobre todo de trabajar con ellos de una manera mucho más rápida y efectiva por todas las calidades que aporta.
Evidentemente, no todos los equipos tienen el mismo cometido y en función del trabajo que van a realizarse necesitará más o menos potencia o tal vez una característica muy importante para muchos que es la movilidad. Atendiendo hasta el último punto, tenemos en cuenta que los ordenadores portátiles se han convertido en la mejor de las opciones para todos aquellos que tienen que trabajar fuera de la oficina o desde casa, aunque tampoco podemos dejar de lado la posibilidad de utilizar una tableta para estas tareas.
Hasta hace unos años los fabricantes de este tipo de aparatos dejaban a los usuarios hacer algo que se ha perdido a día de hoy a nivel estructural y es sacar la batería. Esto tenía su parte buena y también su parte mala, siendo esta última la más evidente y era que no podías utilizar el ordenador a menos que lo tuvieras conectado a una fuente de energía de manera constante en caso de que sacaras la batería de su chasis. Por la parte positiva, si ya tenías la batería cargada, esta no recibía más energía y hacía que el estrés sufrido por la potencia del ordenador y la recepción constante de energía fueron mucho menores.
A día de hoy y con el pretexto de hacer ordenadores con mucho mejor rendimiento y también más ligeros y fáciles de transpotarr estas celdas de energía se mantienen dentro de la carcasa lo que imposibilita que tú como usuario puedas extraerla fácilmente. De esta manera no te da otra opción que mantener los ordenadores portátiles enganchados a la red de energía cuando estés trabajando y cargandolos a la vez o incluso si es tu equipo principal y lo tienes colocado en el dock recibiendo energía constante.
Es bueno que el portátil esté conectado constantemente a la red eléctrica
Para muchos esto no es un problema y lo cierto es que la respuesta a esta pregunta tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Empezando por las cosas buenas sabrás que tu ordenador estará funcionando de manera constante y si lo dejas en modo reposo no dependerá de la batería para mantener todos los sistemas funcionando y guardar el trabajo que has estado haciendo a lo largo de un día si es que necesitas recuperarlo de manera rápida en una sesión posterior. Además, en caso de que te lo tengas que llevar, estarás tranquilo de que contarás con el máximo de batería disponible para seguir trabajando donde tú quieras.
Pero si estudiamos la parte mala nos encontramos con un problema bastante grave y tiene que ver con los ciclos de carga y la eficiencia de la batería. En alguna ocasión te hemos comentado lo importante que es calibrar la batería de tu portátil con el fin de saber el estado de esta a nivel de duración y eficiencia. Y es que cuanto más tiempo pase cargando aún con todas las celdas en funcionamiento, no cabe duda de que las baterías se degradarán cada vez más hasta el punto de quedarse prácticamente inútiles.
Por este motivo nuestra recomendación es que solamente enchufes el ordenador portátil cuando lo necesites y no lo dejes conectado a la red eléctrica de manera constante, ya que de otra manera podría afectar al rendimiento de la batería, a menos que no te importe sacrificar en pos de obtener el máximo de potencia disponible para trabajar.