A principios de los 2000 apareció un simpático juguete que encandiló a todos los niños: los Furbys. La locura por este pequeño robot que se anunciaba con una mascota se desató por todo el mundo y casi no había hogar que lo tuviera. Sin embargo, la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, la NSA, encontró en el juguete una amenaza y parece que se han publicado los motivos por los que se ha prohibido su uso.
Y es que puede que para más de uno los juguetes no van más allá de eso, por lo que los consideran inofensivos.
Un documento podría aclarar por qué la NSA prohibió los Furbys
Los juguetes han cambiado mucho a lo largo de los años hasta el punto de convertirse en elementos puramente electrónicos. No es de extrañar si tenemos en cuenta algo tan importante como el impacto de las nuevas tecnologías en las mentes más jóvenes. Ahora muchos utilizan aplicaciones para desarrollar funciones extra, pero en los 2000 el Furby era el no va a más.
I have acquired the fabled NSA "FURBIE ALERT" memo.
I have a significant amount of documentation that came back on an FOIA and I'll be scanning it in the coming days.
Stay tuned. pic.twitter.com/Fyo04dm4Oo
— (da)kota/the/Kæt (@dakotathekat) January 22, 2024
El problema es que no todo el mundo pensaba lo mismo. De hecho, pensaban más allá de lo que podría hacer semejante juguete en malas manos. Y es que la NSA puso en su día una prohibición de no mantener activados los Furbys todo el tiempo porque podría estar escuchando. Para quien no lo sepa, el juguete sí que escuchaba y aprendía palabras aleatorias siempre que se las enseñara el usuario, pero en ningún momento enviaba datos como lo podrían hacer ahora los dispositivos conectados a Internet.
Debido a que algunos empleados los tenían en sus puestos de trabajo, cundió el pánico por el hecho de ser un dispositivo de escucha encubierto hasta el punto de lo que se denominó como el Furbygate.
Un documento podría dar una solución definitiva a la prohibición
La NSA es uno de los organismos de seguridad más importantes de Estados Unidos y si hay algo que hacen para garantizar la seguridad el resto de las personas también lo pueden llevar a rajatabla. El problema, pero el problema no parecía estar infundado en una investigación profunda, tal y como lo demostraría un documento ahora publicado en Archives.org. En él se puede encontrar que esta medida de prohibición fue una decisión sencilla, la cual pasaba por apagar los juguetes como el resto de los dispositivos con el fin de evitar su supuesta escucha encubierta.
Lo más probable, como decíamos, es que el desmantelamiento de estos juguetes hubiera arrojado luz sobre el problema. Tal y como comentan en Hackaday, el dispositivo no tenía más que unos chips que se encargaban de la síntesis de voz y una CPU pensada para aprender algunas palabras con las que el muñeco hablaba con las personas porque se las había enseñado.
Más modernos y con aplicación
No cabe duda de que la NSA tomó una medida precipitada respecto a los muñecos de Hasbro, pero hoy en día seguro que más de uno se asustaría al ver en lo que se han convertido. Y es que el chasis suave y peludo que recubría su estructura mecánica ahora ha pasado incluso a tener su propia aplicación y pantallas en los ojos como pasó con su versión Boom.
Ahora parece que han vuelto a sus orígenes, pero su estructura parece similar a la de los originales pero con una apariencia más adorable y amistosa.