Todo el mundo lleva una cámara encima, pero no la utilizan en todo momento. Es verdad que ha facilitado y mucho algunos procesos como el de crear contenido desde tu propia casa o incluso que sirva de elemento para que puedas obtener pruebas de algún tipo por si tienes algún juicio. Y una de estas premisas es la que tienen más de uno cuando se trata de llevar una dashcam en el coche.
Este tipo de dispositivos de captura de imágenes pueden serte de gran ayuda cuando se trata de obtener datos durante un viaje a nivel visual, pero es cierto que durante la travesía se obtienen datos que tal vez no deberían estar en tu poder.
¿Qué es una dashcam?
Si nunca has escuchado este término puede que sea el momento de tenerlo en cuenta. Las también conocidas como cámaras on board son dispositivos que se colocan en el salpicadero y con las que se pueden capturar imágenes de todo lo que ocurre en la carretera. Las hay de muchos tipos, por lo que es un artículo que es fácil encontrarlas.
Pero no pienses que te vale con instalar una cámara deportiva en el interior de tu coche. Estos aparatos están equipados con una serie de dispositivos que muestran valores en una interfaz como la fecha, la hora y la velocidad a la que circulas, por lo que son perfectas para tener datos exactos de lo que pasa y cuándo pasa durante un trayecto en coche.
Es legal usar una dashcam, hasta cierto punto
Como ocurre con la instalación de las cámaras en tu casa pasa algo similar con las dashcams. No hay que olvidar de que se trata de un dispositivo de captura de imágenes con las que puedes capturar datos de personas, especialmente si circulas por ciudad, además de obtener datos sobre los coches de ciertas personas que hay a tu alrededor.
Pero vamos por partes. Para empezar, no hay nada que te impida la instalación de una dashcam en tu coche. Se trata de un elemento estético en el interior del transporte y no hay ninguna ley o norma que así lo impida tenerlo. El problema está en algo muy habitual que es el uso de las imágenes una vez grabadas.
Sin embargo, es un elemento que se pone delante de la parte más importante de un coche que es el salpicadero. Con esto queremos decir que se debe ajustar a la normativa que estipula que no se puede colocar ningún elemento que dificulte la visión, algo que puede ser sancionable como una falta grave. Además, como ocurre con los móviles, estos aparatos no se pueden manipular sobre la marcha, en cuyo caso puedes estar seguro de que puedes perder hasta tres puntos del carnet.
Por otro lado, el uso de la dashcam tiene que estar regulado con el Reglamento General de Protección de Datos, el cual sienta las bases de cómo usar las bases de cómo deben ser tratadas y usadas las imágenes que vas a recibir. Como la gran mayoría utilizan las imágenes para denunciar algún problema o incluso para demostrar su inocencia en un juicio, es importante tener en cuenta diferentes aspectos:
- Que se active la grabación solo en el momento del suceso, aunque sirve con tenerlo activado de antes con un margen de 20 segundos anteriores y posteriores a la colisión o infracción.
- Las imágenes con datos personales como las caras de las personas o las matrículas deben ocultarse
- Además, estas grabaciones deben carecer de sonido, o por lo menos dar la posibilidad de eliminarlo.
¿Qué pasa si publico en Internet una grabación captada con una dashcam?
Ahora que ya entiendes qué son las dashcams y el marco legal que las ampara, puede que pienses que con todo esto sobre la mesa es posible publicar fotos y videos en Internet, pero esto también tiene sus matices. Y es que si la cámara la utilizas para grabar paisajes o rutas no hay ningún problema, ya que se está utilizando como un elemento de uso privado o incluso de entretenimiento. Sin embargo, es importante que si te topas con otros coches evites que aparezcan las matrículas de los vehículos que circulan contigo ya que son datos personales.
Y es aquí donde entra en juego las normas anteriores, ya que si sirven como prueba de denuncia no hay ningún problema ya que se están usado con un fin de facilitar la labor a los cuerpos de seguridad del estado.
