Tener una buena conexión a Internet en casa es algo fundamental para cualquier persona. Se ha convertido más en una necesidad más que un lujo, pero en ocasiones lo segundo viene determinado por la tecnología que tengas en tus manos y con la que tengas la oportunidad de llevar las ondas de una estancia a otra de la casa. Tanto es así que hoy vamos a hablar de un tipo muy importante que es el LiFi, o la conexión a Internet que llega por la luz.
¿Cómo? ¿pensabas que la conexión a Internet solo se puede conseguir a través de un módem? pues tenemos que decirte que no solo necesitas ese aparato que te sirve la conexión, también existe la posibilidad de que con una simple bombilla puedes conectarte a la Red.
Qué es el LiFi
A simple vista es posible que haya reconocido las siguientes siglas. De hecho, con cambiar una sola letra tienes una gran pista de para qué sirve. Sin más preámbulos, el LiFi sirve para dar WiFi a partir de la luz. Lo primero que pensarás es que esto es imposible y que nos lo estamos inventando, incluso que es algo que puede sustituir el FTTR pero esto ya entraría dentro de tu consideración.
Lo que tienes que saber es que todo se apoya en una tecnología que se denomina VLC o Visible Light Communication, que consiste en el uso de la luz para transmitir una señal a otros aparatos. El procedimiento viene con el uso de unas bombillas LED que parpadean a mucha velocidad y que solo un fotorreceptor es capaz de recibirlo. Al fin y al cabo, el apagado y encendido de una luz es una señal de código binario, por lo que un receptor compatible puede sacar provecho de esta tecnología.
Cómo funciona el Lifi
Ya te hemos contado parte del proceso, pero el LiFi tiene mucho más que entender. Lo primero es que necesitas una bombilla que sea visible entre los 400 y 800 THz y puede ser LED, y a esta va conectado un codificador que es el que se encarga de recibir la señal del router para que el aparato luminoso empiece a distribuir la señal directamente.
Por otro lado, se necesita un sensor llamado fotorreceptor que es el que se encarga de recibir la información que manda la bombilla para transferirlo directamente al aparato al que se ha conectado. La velocidad puede ser variable, pero se ha llegado a conseguir nada menos que 224 GBps en unas pruebas de laboratorio, por lo que podríamos estar delante de una función de lo más interesante para enviar y recibir datos.
Qué es lo que aporta el LiFi
Como puedes ver, el LiFi es una tecnología cuanto menos interesante para todos aquellos que quieren quitarse de muchos receptores o que incluso quieren mantener sus enchufes libres como ocurre en algunos casos con el PLC. Sea como sea, es una buena alternativa, pero tienes que conocer tanto sus ventajas como sus inconvenientes.
Ventajas del LiFI
Entre las cosas buenas que aporta esta tecnología es que tenemos una tecnología que es capaz de ofrecer mucha velocidad sin interferencias y, por si fuera poco, segura. Esto último es muy interesante ya que solo si tienes un fotorreceptor puedes beneficiarte de toda la velocidad que te aporta esta tecnología que no es poca como te decíamos antes.
Debes saber que esta velocidad es variable, pero tener un total de unos 42,8 Gbps a una distancia de 2,5 metros de distancia es una conexión más que decente. Y hay otra cosa que resaltar, y es que esta tecnología es compatible con redes de 2,4 Ghz como la más rápida de 5 Ghz. Por este motivo puedes estar seguro de que la conexión que tengas será variable en función de la Red elegida pero tendrás todas las posibilidades que si estuvieras conectado a una red WiFi tradicional.
Lo malo del LiFi
Si tenemos que contarte algo malo del LiFi es que necesitas tener la luz encendida constantemente. Esto puede ser un problema muy grande para los que pueden trabajar con luz natural mucho más tiempo y, además, quieren ahorrar en su factura de la luz. Y es que en estas circunstancias está claro que sin luz no hay conexión. Lo mismo pasa si por algún motivo tapas el fotosensor total o parcialmente, ya que sufrirás una reducción de la velocidad.
Siguiendo en parte con la premisa anterior, la iluminación es tan importante que, como te puedes imaginar, necesitarás más de una bombilla funcionando. Es la única manera de garantizar que no hay huecos libres en una sala donde quieras tener conexión por doquier.
Y este es un problema que también se achaca a la propia transferencia de las ondas. Y es que el problema está en que las ondas de luz no son capaces de transportar la señal más allá de su zona de actuación. Dicho de otro modo, cuando el router activa su función WiFi, la señal es capaz de expandirse incluso a través de las paredes, mientras que la luz solo se queda en la habitación donde está funcionando.
Después de echar un vistazo a todas las posibilidades tanto positivas como negativas del LiFi, queda claro que no es una tecnología pensada para todos. Si trabajas en una oficia es posible que este tipo de conexión pueda ser de mucha ayuda ya que se suele tener la luz encendida durante las horas de trabajo. Sin embargo, puede que en una casa no sea la mejor forma de transferir la conexión por el hecho de si es muy luminosa más de uno querrá ahorrar energía utilizando la luz solar durante las horas que se pueda antes que encender una bombilla por muy bajo consumo que realice. Ahora la decisión es completamente tuya, ¿tendrías una conexión LiFi en tu casa?
