Puede que en alguna ocasión te hayas encontrado un carro de la compra fuera de su establecimiento habitual. Muchos han aprovechado algún ‘truco’ para sacar el euro o los céntimos que se colocan en el cierre para llevárselo, algo que las grandes superficies han intentado evitar a toda costa. Sin embargo, te habrás dado cuenta de que los carros de la compra se bloquean si sales del supermercado.
Este comportamiento habrá sorprendido a más de uno que haya intentado hurtar esta cesta móvil de metal, y lo cierto es que todo se resume en un prodigio de la tecnología del que muchos se dan cada vez más cuenta.
Una evolución de la seguridad
Hasta ahora, las diferentes superficies había hecho una pequeña inversión en esos componentes que sus clientes usaban para transportar la compra de las estanterías a la cinta transportadora. Y no hablamos solo por introducir carros más pequeños que se manejan mejor, si no por los diferentes elementos que mejoran la seguridad de estos y que evitan que otros los roben.
Y es que estos carros necesitan un sistema de seguridad con los que evitar que algunas personas se los lleven para sus propios fines, cuando este tipo de elementos pueden costar fácilmente de 150 euros en adelante. ¿Nunca te habías preguntado el precio? Ahora seguramente tengas más consideración cuando lo uses y entenderás por qué es necesario este tipo de sistemas antirrobo que ahora van más allá del típico enganche que se libera con una moneda.
Así funcionan los sistemas antirrobo actuales
En los últimos años, las cadenas de supermercados han decidido que era el momento de aplicar la cobertura de su seguridad. Los arcos magnéticos son una forma que ayuda a que nadie salga del recinto sin nada que no haya pagado, pero lo cierto es que la seguridad de los carros también es muy importante. El sistema que te describíamos antes se ha quedado muy atrás, sobre todo por el hecho de que quien quisiera se podía llevar el carro prácticamente gratis, lo que suponía pérdidas para la empresa.
De aquí que se haya buscado un nuevo sistema de ruedas antirrobo como las que ya están operativas en muchos sitios. Resulta que todo parte de la creación de un perímetro de seguridad que activa el sistema de seguridad del carro. Estos se colocan en los accesos o salidas de este con el fin de evitar que estos elementos pasen más lejos de las puertas. Esto hace que el precio del carro aumente, pero eso es algo que el usuario no nota. De hecho, hasta agradece el hecho de que no tenga que poner una ‘fianza’ para usar el carro y que todo sea mucho más rápido como elegir el que va a usar y comenzar sus compras.
En el preciso instante en que la rueda detecta que pasa del dicho perímetro se activa un sistema de frenado férreo, como si pusieras el freno de mano de tu coche, que impide que las ruedas giren pasado ese límite. El único modo de accionarlas de nuevo supone devolver el carro a su sitio, donde los operarios se encargan de eliminar el bloqueo para que un cliente pueda usarlo de nuevo.
Un sistema de radiofrecuencia lo activa
Lo más curioso de todo es que más de uno se pensará que este sistema está compuesto por un conjunto de imanes que hacen que se active el sistema de frenado, pero lo cierto es que no tiene mucho sentido, ya que tendría que imantar toda la superficie para que el carro solo funcionara dentro del recinto. De no hacerlo, los robos serían aún más sencillos, tanto que solo habría que sacar el carro y andar con el unos metros hasta que se perdiera el efecto de los imanes.
Pero esto es mucho más sofisticado. Resulta que se utiliza un sistema de bloqueo por radiofrecuencia digital. Esta es activada por una antena que también fija el perímetro para detectar cuándo una rueda queda fuera del perímetro asignado para bloquearlas y evitar el hurto del carro, tenga o no artículos en su interior.
Por lo tanto, estaríamos hablando de un sistema de ruedas inteligente que es capaz de determinar cuándo hay que evitar un hurto y cuándo los carros se están usando correctamente dentro del recinto por todos aquellos clientes que van a realizar su compra de manera habitual.
