La mayoría de nosotros usamos el puerto USB-C de nuestro smartphone únicamente para cargarlo. Pero, ¿y si te dijéramos que puedes utilizarlo para, por ejemplo, conectar tu dispositivo a tu Smart TV? Te lo contamos este y diferentes opciones más para exprimir a fondo sus posibilidades.
Históricamente, el puesto de carga de nuestro dispositivo servía únicamente para recargar la batería de nuestro smartphone. Sin embargo, a medida que la tecnología ha ido avanzando, cada vez es mayor el número de posibilidades que nos ofrece este puerto para conectar todo tipo de objetos y diferentes gadgets. En este artículo iniciamos un repaso para conocer algunos de los usos más originales que nos ofrece este estándar de conexión.
Conéctalo a tu Smart TV
¿Te imaginas poder ver la pantalla de tu móvil en la televisión? Al igual que podemos conectar nuestro portátil a nuestra televisión con un cable HDMI, podemos hacer lo mismo con nuestro teléfono móvil. El funcionamiento es muy sencillo, únicamente debemos comprar un cable USB – C con salida HDMI. Deberemos conectar el USB – C a nuestro smartphone y el HDMI a nuestra televisión. Acto seguido, podremos disfrutar de todo el contenido en nuestra Smart TV.
Es importante tener en cuenta que el contenido no ocupará los laterales de nuestra pantalla. Puede ser un buen recurso para poder ver algún vídeo que tengamos guardado y que no hayamos podido compartir o para poder acceder a un contenido muy específico en una pantalla de mayor cantidad de pulgadas.
Carga otro smartphone
La autonomía de nuestro smartphone es una de las grandes preocupaciones que todos los usuarios tenemos cuando tenemos que pasar una gran cantidad de horas fuera de casa sin un enchufe cerca. Pese a que las powerbank son una buena solución para poder recargar nuestra batería en un momento puntual, es posible que se nos haya olvidado la batería externa o que ya hayamos gastado la misma.
En este caso, debemos conocer que podemos cargar la batería de nuestro smartphone con otro teléfono móvil que también tenga USB – C. En este caso, el sistema se gestionará de manera 100% autónoma y no tendremos que realizar ningún proceso de configuración una vez ambos estén conectados. Aunque, eso sí, los dispositivos tienen que ser compatibles con el sistema de carga inversa.
Desde el momento en el que ambos teléfonos móviles se encuentren conectados, el que tenga una mayor carga de batería será el que proporcione batería al teléfono móvil que tenga un menor nivel de carga. Permitiéndonos disfrutar de un extra de batería.
También podremos hacer lo propio con nuestros auriculares inalámbricos, nuestro smartwatch o cualquier otro accesorio que utilicemos en el día a día.
Conecta un teclado
Si has tenido un imprevisto con tu ordenador y no puedes utilizarlo durante unos días, pero necesitas continuar trabajando en momentos puntuales, tu smartphone puede convertirse en tu mejor ordenador. Para ello, deberás encontrar un teclado que te permita conectarlo al USB – C de tu smartphone. Acto seguido, nuestro móvil lo reconocerá y podremos hacer uso de nuestro periférico con absoluta normalidad, como si se tratara de un teclado inalámbrico con Bluetooth.
A partir de ese momento, vamos a poder enviar correos electrónicos, mensajes, visitar páginas web o introducir cualquier tipo de información que necesitemos. Todo de una forma muy sencilla y efectiva.
Aprovecha tu almacenamiento
Nuestro USB-C también nos va a permitir grabar directamente sobre nuestra unidad de almacenamiento externo. Podemos conectar un adaptador para que podamos grabar en la máxima calidad y que el vídeo en cuestión no ocupe espacio en nuestro dispositivo móvil. Sino que todo quede guardado directamente en nuestra tarjeta de memoria o disco duro externo, aprovechando al máximo su versatilidad.