codigo pin

James Goodfellow, el culpable de la seguridad de tu móvil (y mucho más)

Una mente brillante.

Segur que nunca se te ha pasado por la cabeza a quien se le ocurrió crear esa clave de 4 dígitos cuando te dispones a sacar dinero del cajero o cuando quieres desbloquear un dispositivo. Pues, que sepas, que la culpa es, ni más ni menos, que de James Goodfellow, personaje público que nació en Paisley en 1937 y que, al terminar la escuela a principios de los años 50, se interesó en la tecnología emergente de la electrónica y decidió hacer de esto su carrera.

Este gran hombre al que la seguridad personal le debe mucho, estudió en la Academia St Mirin, para seguir formándose en la Renfrew Electrical & Radio Engineers en 1958. Después de ejercer dentro del Servicio Nacional, Goodfellow empezó a trabajar para Kelvin Hughes, la división de sistemas marinos con sede en Glasgow de la entonces Rutherford-Smith, que se convirtió en Smith’s Industries en los años 60, la empresa que desarrolló una máquina para proporcionar a los clientes acceso a dinero en efectivo fuera del horario bancario normal, vamos, lo que hoy en día todos conocemos como cajeros automáticos.

Fue a Goodfellow  a quien se le encomendó la tarea de crear un método seguro para que el público pudiera retirar efectivo de nuevas máquinas no tripuladas en el entonces Midland Bank, ahora parte de HSBC. Así dio vida a la tecnología Pincode, es decir, ese Número de Identificación Personal (PIN), que todavía se utiliza 48 años después en los millones de cajeros automáticos que hay en todo el mundo, así como en terminales de todo tipo, pues el PIN que usamos para desbloquear nuestro smartphone no es más que una versión de este PIN que protege nuestras transacciones en los cajeros automáticos.

cajero automático

¡Eureka!

Coincidiendo con los 50 años desde su invención, en una entrevista concedida hace casi 10 años, Goodfellow recordaba como trabajó en el proyecto durante varias semanas y se le ocurrió la idea de una tarjeta codificada con un número personal para acceder al dinero de los cajeros automáticos. Tras obtener el visto bueno de sus superiores y de los bancos, comenzó a trabajar en el desarrollo del concepto con un equipo de ingenieros bajo su mando.

Goodfellow tuvo la idea de un número de identificación personal después de observar que las personas tenían que escribir sus contraseñas en un trozo de papel y dárselo a un cajero de banco. Esto no solo era engorroso, sino que también era un riesgo de seguridad. Investigando sobre ello, pasó seis semanas desarrollando su PIN de cuatro dígitos, combinándolo con una tarjeta de plástico que lleva un código binario exclusivo de su portador. De esta forma, el sistema de PIN de Goodfellow utiliza un número de cuatro dígitos para identificar al usuario. El usuario ingresa su PIN en un teclado, que luego se transmite a un sistema informático central. El sistema informático compara el PIN ingresado con el PIN almacenado en la base de datos. Si los dos PIN coinciden, se concede acceso al usuario.

cajero

Las patentes de este sistema de PIN se otorgaron en todo el mundo el 2 de mayo de 1966 y en 1967 Goodfellow pasó a firmar parte del equipo de IBM en Greenock como ingeniero de pruebas, permaneciendo en la organización, trabajando en proyectos en todo el mundo, hasta su jubilación en 1992 de su puesto de director de laboratorio de ingeniería.

En 2009 fue nombrado ganador del premio John Logie Baird por «Innovación excepcional» y en 2013 fue el primer miembro del Salón de la Fama de Paymts.com en la Universidad de Harvard.

Lo que pocos saben es que Goodfellow, según sus propias palabras, nunca había obtenido ningún beneficio financiero de su invención, pero sí que admite que, gradualmente, había recibido bastantes reconocimientos a lo largo de los años. Desde luego, el nuestro lo tiene.

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