Son muchas las mujeres que han dado al mundo de la tecnología y la ciencia los avances de los que gozamos hoy en día y ver aquellos que todavía tienen que despuntar. El mundo de la informática ha avanzado mucho, y todo gracias a las grandes mentes que son de ayuda para no solo crear y construir nuevos sistemas, sino también encontrar todos esos fallos y puertas por las que encontrar una forma de vulnerar sistemas. Y es que en esto tiene mucho que ver Grace Murray Hopper, nuestra protagonista que dedicó su vida al mundo de la computación.
Sin duda, una de las mentes más privilegiadas de su tiempo y además una de las primeras en utilizar una pieza de la informática tan característica como fue el Mark I de IBM, aunque su aportación vá mucho más allá de saber usar un ordenador con gran pericia.
Un gran amor por las matemáticas
Grace Brewster Murray nació en diciembre de 1906 en el seno de una familia de gran tradición militar. Para más reseñas, era bisnieta del almirante de la Armada Alexander Russell, quien lo tuvo como una figura importante en su vida. Pero probablemente las matemáticas han sido su otro punto importante en su vida y ahí no solo tiene que ver su gran amor e interés hacia la materia, también tiene que ver con la iniciativa de su padre y su abuelo de que estudiara todo lo posible para convertirse en una mujer con muchas oportunidades en el futuro.

Estuvo en diferentes escuelas privadas, pero sus capacidades mejoraron gracias al máster en matemáticas de la Universidad de Yale, el cual complementó sus conocimientos adquiridos en su graduado en matemáticas del Vassar College. Pero es importante destacar que nuestra protagonista decidió alistarse en las Fuerzas Armadas y participó en la Segunda Guerra Mundial como ingeniera y física en un laboratorio de computación. Esto fue lo que le llevaría a trabajar con el ordenador Mark I en Harvard siendo la tercera persona que lo programó.
Pero una de las cosas por las que se recuerda es por un pequeño detalle que acuño, un término muy utilizado por los desarrolladores a día de hoy. Y es que mientras que programaba el Mark II se dio cuenta de un fallo que, curiosamente, fue una polilla atrapada en los relés del PC. De aquí nació el término ‘debug’ el cual se conoce a día de hoy como un fallo de software.
La primera mujer hacker de la historia
Una curiosidad importante de Grace Murray es que su carrera estuvo a caballo entre la investigación computacional y el Ejército donde llego a obtener el grado de contraalmirante en la Marina, un grado que solo ha obtenido ella como mujer. Pero su aportación ha estado más ligada al primer campo y eso se puede encontrar en su interés por el desarrollo del sistema COBOL. Antiguamente, la compilación y la programación eran procesos mucho más artesanales, pero gracias a sus conocimientos en matemáticas creó un lenguaje capaz de dar una interfaz a todos los recursos del ordenador.
Esto trajo consigo otra cosa realmente innovadora y es que los programas desarrollados para una plataforma tenían la posibilidad de ejecutarse en otro ordenador previamente programado sin sufrir ningún tipo de cambios.
Gracias a este sistema también recibió otro reconocimiento de la comunidad informática como la primera mujer hacker de la historia por todos sus aportes en el mundo de la programación, un título que ya ostentó en su momento Nevil Maskelyne, aunque eso es otra historia.











