En los tiempos que corren en el que la informática tiene más peso que nunca puede que haya una serie de términos que más vale conviene manejar para aumentar la seguridad de todo aquel que sabe navegar por Internet. Uno de estos términos es el de hacker atribuido a esas personas que son capaces de encontrar vulnerabilidades en los sistemas informáticos para aprovecharlos a su favor o demostrar que la seguridad de esas empresas puede quedar en entredicho fácilmente. Sin embargo no pienses que este término se aplica a todos aquellos que son capaces de romper contraseñas o infiltrarse en servidores ya que mucho antes de que toda esta tecnología estuviera en auge ya existían este tipo de expertos como es el caso de Neville Maskelyne, considerado el primer hacker de la historia.
Y es que sus logros han ayudado a entender y a plantear la seguridad en el mundo de la electrónica mucho antes de que existieran los ordenadores ya que en sus años lo más avanzado que había era un telégrafo.
Entre relojes y autómatas
La vida de Maskelyne estuvo siempre ligada a dos cosas: la ilusión y la ingeniería. Desde joven fue educado como relojero, un oficio noble que en la Inglaterra de 1839, año en que nació, era algo muy interesante por la precisión que requería colocar los engranajes de manera adecuada para que una máquina funcionase correctamente. Sin embargo, esta disciplina también le ayudó en el futuro en la fabricación de los primeros robots, llamados autómatas, que utilizaban de muchas piezas y engranajes para funcionar.
Sin embargo, su vida dio un giro hacia el mundo del ilusionismo, algo que entraría en su vida tras una actuación en la que unos supuestos espiritistas realizaron un número de entretenimiento. Sin embargo, En medio de la actuación, desenmascaró a los supuestos espiritistas afirmando que él también podría hacerlo sin necesidad de usar ‘poderes sobrenaturales’. De hecho, así fue, gracias a la ayuda de un amigo ebanista que lograron mejorar la maquinaria que había usado los supuestos espiritistas dando toques de comedia a un número que repitieron en varias ocasiones.
Fue de esta manera como con su ingenio y un poco de ayuda logró convertirse en un gran ilusionista e inventor, pero no está aquí solo por eso, sino por convertirse en el primer hacker de la historia.
Ingenio y tecnología para vulnerar uno de los inventos más importantes de la historia
Y es que Maskelyne no solo es conocido por fundar el Comité Oculto para investigar esas historias que emulaban lo sobrenatural para estafar a las personas. En su afán por estudiar todos los inventos que pasaban por sus manos hubo uno con el que se ganó la fama para convertirse en el primer hombre capaz de escuchar o intervenir una conversación mediante un telégrafo inalámbrico inventado por Marconi.
En aquel entonces, este era uno de los grandes prodigios de la tecnología, la posibilidad de enviar mensajes por el telégrafo sin cables, pero al inventor británico le picó la curiosidad del invento hasta el punto en que fue capaz de interceptar el mensaje. Durante la intervención de Marconi se promulgó la seguridad que se tenía para lanzar mensajes codificados de un punto a otro. Sin embargo, Maskelyne utilizó su ingenio para demostrar las vulnerabilidades del sistema hasta el punto de interceptar el mensaje y, por si fuera poco, cambiarlo por otro totalmente diferente al que Marconi quería transmitir.
Todo esto seguro que te suena, ya que son prácticas que los hackers de hoy día son capaces de realizar. A través de herramientas de todo tipo, son capaces de romper contraseñas y cortafuegos con el fin de encontrar datos de interés o simplemente demostrar a una compañía que sus defensas cibernéticas no son del todo efectivas. Es por esto que se puede hablar de Nevil Maskelyne como el primer hacker de la historia por su hazaña de demostrar al mundo no solo de qué están echas las ilusiones, si no de las vulnerabilidades de los elementos electrónicos que incluso a día de hoy siguen muy vigentes.