Es posible que el nombre no te resulte familiar, sin embargo, si has estado al corriente de la actualidad tecnológica durante los últimos años, probablemente la empresa que fundó en el año 1974, sí. Hablamos de Terry Gou, el hombre que se encuentra detrás de Foxconn.
Dentro del ámbito tecnológico, son muchos los nombres propios que durante los últimos años han marcado un antes y un después en la industria. O bien por el propio papel y la influencia de ellos mismos, o bien por el impacto que sus empresas han llegado a tener en el sector.
De entre todos ellos, es Terry Gou uno de los que ha destacado especialmente. Y lo ha hecho, principalmente, por una razón: haber fundado una de las empresas que, con gran probabilidad, ha ensamblado el dispositivo móvil desde el que lees este artículo o cualquier otro que tengas por casa o con el que hayas interactuado durante los últimos años.
La fundación de Foxconn
Corría el año 1974 cuando Terry Gou fundaba Foxconn, uno de los principales socios que tienen la mayoría de las tecnológicas para fabricar y ensamblar algunos de los principales dispositivos móviles que podemos encontrar actualmente en la industria. Apple es el caso más sonado pero, sin embargo, existen una gran cantidad de socios que confían en su conocimiento para llevar a cabo lo propio.
Algunos de ellos son Tesla o Amazon, además de Samsung o Sony. Un elenco de marcas que acuden al gigante asiático para poder recibir sus productos dispuestos para ser vendidos. Y lo hacen en base a la experiencia que la compañía asiática ha adquirido durante los últimos años, teniendo que realizar grandes inversiones de capital para poder adaptar sus fábricas a las estrictas demandas que la mayoría de las empresas que confían en sus servicios, todas ellas de primer nivel dentro del sector tecnológico, tienen para poder cumplir con sus estándares de calidad.
Sus comienzos
Actualmente, Foxconn es considerada la empresa más grande de Taiwán. Sin embargo, no siempre fue así. Cuando apenas tenía 24 años, Gou se lanzaba a fundar Foxconn después de haber formado parte de diferentes fábricas. Inicialmente, la actividad de la empresa era bien diferente a la actual. La compañía presidida por Gou estaba especializada en fabricar componentes de plástico para los televisores que, a la postre, comercializaban diferentes distribuidores. Un trabajo que le sirvió para comenzar a labrarse la posición en el mercado con la que cuenta actualmente.
No fue hasta la llegada de Atari y su encargo para fabricar los conectores del mando de su videoconsola, cuando alcanzó su punto de inflexión y se convenció a él mismo de que la actividad de su fábrica podía ir más allá. Y lo hizo en el momento perfecto para el contexto de la época: a principios de la década de los 80, cuando la deslocalización comenzaba a asentar la tendencia y muchas empresas occidentales comenzaban a mirar al continente asiático como uno de los puntos estratégicos sobre los que poder construir sus productos y, a posteriori, comercializarlos en todo el mundo. Una oportunidad única para poder fabricar sus productos, manteniendo una estructura de costes mucho más equilibrada y controlada de lo que podía conseguir si trataba de internalizar todo el proceso. Por tanto, logró identificar cuál era el momento adecuado para poder posicionarse en el mercado como uno de los referentes dentro del sector al que pertenecía.
Dentro de esa misma década, pero a finales, abría las puertas a la fábrica de Shenzhen. Que, lejos de ser una fábrica al uso, incluía todo lo que los trabajadores iban a necesitar para no tener que salir de ella para cubrir la inmensa mayoría de sus necesidades: había espacios para vivir, comedores en los que poder alimentarse, zonas de grande y cultivo para abastecer las necesidades alimentarias y servicios de atención sanitaria. En definitiva, un conjunto de servicios que permitían a los trabajadores poder hacer vida en el interior de las instalaciones sin tener que salir de las mismas en ningún momento.
