Pen drives, tarjetas de memoria, discos duros… Toda nuestra vida digital actual se almacena en alguno o varios de estos dispositivos y, posiblemente, no sepamos a ciencia cierta cómo lo hacen.
Las unidades de almacenamiento hacen uso de los denominados sistemas de archivo, unas estructuras subyacentes que permiten organizar los datos dentro del mismo. FAT32, NTFS o exFAT son los sistemas más usados. ¿Qué diferencias reales tienen?
Los sistemas de archivos más útiles
Al contar con la mayor cuota de mercado de la industria, Microsoft siempre ha sido la empresa responsable de “estandarizar” sus sistemas de archivos dentro de todo el ámbito informático actual.
Los sistemas de archivos FAT16, FAT32, NTFS y exFAT son los más populares y usados, pero cuentan con diferencias cruciales que los hacen idóneos u obsoletos para su uso en discos o memorias, según el cometido de cada unidad.
FAT16 o FAT32, por ejemplo, son los sistemas de archivos que usaba Windows en sus primeras versiones. Concretamente, la versión FAT32 se usó con la llegada de los sistemas operativos de 32 bits (el primero en usarlo fue Windows 95 OSR2, pero se hizo común con sistemas como Windows 98) y cuenta con limitaciones adaptadas a las necesidades de estos primeros sistemas.
FAT32 cuenta con un tamaño de partición máximo de 2 TB. El problema es que el tamaño máximo de archivo permitido es de 4 GB. La seguridad de este tipo de sistema de archivos es más limitada que en otras más recientes, y sólo permite usar 8 caracteres en los nombres de archivo.
Con Windows XP llegó de forma masiva el NTFS, el sistema de archivos más extendido desde entonces, que fue introducido en los sistemas Windows NT, el estándar actual que usan prácticamente todos los ordenadores con Windows actualmente. Este sistema de archivos también usa una limitación de tamaño de partición máximo de 2 TB de tamaño (determinado por el formato de la tabla de partición estándar MBR y del hardware, aunque con el nuevo formato GPT esta limitación desaparece), pero, por el contrario, permite usar archivos de tamaño mayor a 4 GB, con un límite teórico (todavía no alcanzado) que ronda los 16 TB.
La seguridad en el sistema de archivos NTFS es mucho mayor que en los antiguos FAT, ahora es posible asegurar tanto archivos locales como archivos en red. El nombre de los archivos ahora puede contener hasta 255 caracteres.
Pero la tecnología avanza velozmente, y es necesario que nuevos sistemas de archivos sean inventados para poder sustituir a los actuales en caso de necesidad: exFAT es la nueva generación de sistema de archivos.
Este sistema de archivos, existente desde Windows CE 6.0, prácticamente elimina las limitaciones anteriores de un plumazo: Ahora será posible crear particiones con un tamaño máximo de 128 PetaBytes, es decir, 134.217.728 GB.
También tenemos un límite de tamaño de archivo de 16 ExaBytes, es decir, 17.179.869.184 GB de tamaño, una auténtica salvajada. Seguimos con la capacidad de introducir 255 caracteres en los nombres de archivos y la seguridad se ha visto ampliamente mejorada respecto a otros sistemas de archivo.
¿Cuál me conviene usar?
Según el uso que le demos a la unidad de almacenamiento, será recomendable usar uno u otro sistema de archivos. Por ejemplo, la gran mayoría de tarjetas de memoria de tamaño reducido usan el sistema FAT32.
A partir de 16 GB de espacio, lo útil es usar el sistema de archivos NTFS, que instala Windows por defecto en todos sus sistemas operativos actuales, así que será perfecto para gestionar grandes archivos.
Formatear una unidad con sistema de archivos exFAT puede ayudarnos positivamente si somos usuarios de varios sistemas operativos distintos. exFAT es reconocido por la gran mayoría de sistemas operativos actuales, y permite tanto lectura como escritura en ellos.
Eso sí, debemos fijarnos en detalles importantes a la hora de formatear una unidad en uno u otro sistema de archivos: ¿si lo conectamos esa unidad a un ordenador con otro sistema operativo, podremos copiar archivos? ¿si conecto mi pen drive al televisor, será capaz de reconocerlo?
En este caso, la lógica puede ayudarnos más de lo que parece: debemos recurrir al sistema de archivos más lógevo y usado, es decir: FAT32. Prácticamente todos los dispositivos compatibles con sistemas de archivos serán capaces de reconocer este formato, algo que no podemos asegurar de los más recientes NTFS y exFAT.
Gestiona tus sistemas de archivos fácilmente
La forma más sencilla de formatear unidades en todos estos sistemas de archivos es usando la propia herramienta de formateo de Windows, que podremos encontrar haciendo clic encima de cualquier unidad y pulsando la opción “Formatear…”. Windows determimará el sistema idóneo de formateo de esa unidad.
También existen populares soluciones de terceros que nos ayudarán a la hora de crear unidades con cualquier tipo de sistema de archivos o particiones personalizadas en discos duros. Una de ellas es Rufus, y otra es Partition Manager 14.