La tecnología avanza a pasos agigantados y solo hay que ver la revolución que se está produciendo en los últimos años en materias de avances científicos que mejoran la vida de las personas. Hoy, la humanidad y, la ciencia está de enhorabuena, porque es la primera vez, que un hombre con parálisis ha podido caminar de forma más natural.
Un pequeño paso
La revista Nature ha publicado recientemente un estudio en el que científicos y neurocirujanos han implantado dispositivos electrónicos en el cerebro y la médula espinal de un hombre paralizado que se comunican de forma inalámbrica, mejorando no solo su capacidad para caminar, sino que también ha podido subir escaleras.
Este hito se ha conseguido bajo la fusión de dos tecnologías experimentales que se están desarrollando para tratar la parálisis. El procedimiento consta de dos dispositivos, donde, el primero se inserta en la región del cerebro que habilita la posibilidad de andar y, el segundo, se sitúa a lo largo de la médula espinal. Luego, a través de pulsos eléctricos, estimulan la médula espinal en una secuencia milimétrica que activa los músculos que permiten el movimiento.
Este avance científico-tecnológico, según el autor del artículo Grégoire Courtine afirma que «hemos creado una interfaz inalámbrica entre el cerebro y la médula espinal utilizando la tecnología de interfaz cerebro-ordenador que transforma el pensamiento en acción.»
Los pacientes con este tipo de problemas motores, a través de la conexión del cerebro y un ordenador, pueden conectarse al sistema nervioso central y ejecutar comandos que el cerebro realizaría para andar o levantar la mano. Esto quiere decir, que el ordenador asumiría las funciones del cerebro encargado de la motricidad, a través de una combinación cerebro-computadora.
Los avances iniciales tienen como objetivo a personas que hayan perdido la capacidad de moverse y comunicarse, aunque, los científicos e ingenieros sueñan con que, en un futuro próximo, puedan mejorar las habilidades de las personas sanas, mejorando su calidad de vida.
¿Qué nos depara el futuro?
El ensayo de este experimento se ha ejecutado con un holandés llamado Gert-Jan, que sea quedó en parálisis tras un accidente de ciclismo. Este hombre, de 40 años, recibió un tratamiento experimental de médula espinal en 2017, pero con el método descrito anteriormente ha conseguido tener una autonomía mucho mayor. De hecho, ahora no solo anda, sino que puede apoyarse en un andador, doblar las rodillas, levantar las piernas y caminar en un movimiento lento, pero constante.
Dave Marvel, director de la empresa Ornward Medical que ha llevado a cabo este experimento, dice que «la incorporación de la interfaz cerebro-ordenador permite un movimiento más natural que muestra la estimulación de la médula espinal por sí sola», manifestando el paso adelante que ha dado la ciencia en este sentido.
Los objetivos de la empresa son muy ambiciosos, ya que, aspiran a en cinco años poder comercializar el sistema presentado en este primer estudio, pero sus aspiraciones finales van mucho más allá, llegando incluso a la ciencia ficción y que, según palabras textuales de su director, “el objetivo es paciente pueda visitar al médico y seleccionar que función quiere restaurar.”
A modo de conclusión, la cuarta revolución industrial es mucho más que la revolución tecnológica, es la revolución de la salud, centrada en mejorar la calidad de vida de las personas. Solo ha sido un pequeño paso, pero antes de correr, hay que saber andar.