Las tecnologías 3D para la documentación, estudio y difusión del patrimonio están alcanzando cotas de desarrollo verdaderamente increíbles, sobre todo, desde la revolución que se produjo hace algunos años con las tecnologías de escáner y software de fotogrametría como Agisoft Metashape o Reality Capture. El escaneo en 3D del Titanic es la confirmación de que el mundo del 3D y el estudio del pasado, deben ir de la misma mano.
De la película al 3D
Son muchas los estudios y grabaciones que se han llevado del barco teóricamente “invencible” y que, como ya todos sabemos, no pudo terminar su primer viaje como consecuencia del impacto contra un iceberg. Uno de sus primeros estudios tuvo lugar en 1985 a través de cámaras de vídeos especiales que consiguieron llegar a los 3.800 metros de profundidad, donde yace el barco más famoso de la historia.

En estos primeros compases de la investigación, las imágenes que se obtenían tenían muy poca calidad, donde solo habían podido obtener fotos limitadas del barco en su ya estado avanzado de descomposición.
Casi 40 años después del primer estudio, la empresa Magellan Ldt, ha realizado por primera vez un escaneo profundo del barco, y que ha contado con Atlantic Production, la cual, está desarrollando un documental sobre el proyecto.

Para desarrollar este proyecto, ha hecho falta un total, de 700.000 imágenes, donde cada imagen, tiene que tener, como mínimo, el 50 % de la imagen anterior, en un proceso conocido como “solape” para que así, durante el proceso de generación del modelo 3D, los software que han trabajado en su construcción del modelo 3D puedan relacionar cada píxel con su homónimo, lo que permite generar un modelo 3D milimétrico.

Debido a la enorme extensión del proyecto y las fotografías efectuadas, el equipo estuvo a bordo de una nave especializada, donde pasaron más de 200 horas, documentando vía escáner el largo y el ancho del naufragio que inspiró la película de James Cameron.

La generación de este modelo 3D es uno de los mayores y más complejos proyectos que se ha enfrentado el mundo de la digitalización, donde los especialistas han tenido que documentar cualquier artefacto que tenga relación con el Titanic, incluido las hélices y la multitud de escombros que haya arrojado a lo largo de este.

¿Qué nos aporta este estudio 3D?
Los resultados han sido altamente sorprendentes, puesto que, se ha podido conocer hasta el número de serie de las hélices. Además, la proa, a pesar de que se encuentra llena de estalactitas de óxido, todavía es reconocible incluso 100 años después del fatídico 15 de abril de 1912. En cambio, la popa, si es mucho más difícil de analizar y estudiar, debido a que su hundimiento ha generado un auténtico caos total.

También se ha podido analizar que el barco se encuentra dividido en dos partes, separados por un total de 800 metros, junto con muchos artículos personales, como zapatos, botellas de champán sin abrir, entre otros.
Con la generación de este escaneo láser, se obtiene un modelo 3D con información milimétrica del objeto de estudio en cuestión, lo que permitirá ver el naufragio como nunca antes se había visto, así como realizar nuevos estudios sobre que pasó realmente aquella noche de 1912.
También se podrá obtener información acerca de como se produjo el accidente con el iceberg, si fue realmente un impacto en estribor como aparece en la mayoría de las películas o del fuerte impactó el barco quedó encallado. Por último, los investigadores también podrán conocer datos sobre era la mecánica de la popa y el impacto que se produjo contra el lecho marino.
