El planeta se muere, y la especie humana es el principal culpable. Desde la revolución industrial, la especie humana ha llevado a cabo un crecimiento exponencial de emisiones que provocan la destrucción de los ecosistemas terrestres y marinos. Los científicos, cada vez más alarmados, afirman que cada estamos más cerca de el punto de no retorno, cuya fecha podría ser en 2027, momento, en que la temperatura de la tierra aumente 1.5 grados.
Contaminación incontrolada
La crítica especializada afirma de forma unánime que la contaminación del ser humano es el principal culpable del calentamiento que se está produciendo en nuestro planeta. Sin embargo, no podemos entenderla como un hecho aislado y que afecta de una única forma, sino que, dicha contaminación va afectando progresivamente a todos los elementos que componen la atmósfera de la tierra.
Una de sus consecuencias de esta transformación del clima la observamos en el fenómeno conocido como El Niño, que tendrá lugar en el verano boreal, que supondrá un incremento de la temperatura de la superficie del Pacífico, magnificando el calentamiento global y alcanzando de forma temporal, el límite marcado por los científicos de 1.5 grados. Sin embargo, este incremento de temperatura tiene un contrapeso que es La Niña, la cual, realiza el efecto contrario, disminuir el calentamiento climático, pero solo has cierto punto, insuficientes para la escala de emisiones que se producen diariamente en el mundo desarrollado. Esto demuestra que la tierra tiene mecanismos de control de la temperatura, pero insuficientes por el modo de vida actual.
Límite 1.5 grados, ¿por qué?
Los científicos utilizan los datos de temperatura promedio entre los años 1850-1900, antes de que el carbón, petróleo y gas se convirtiesen en el motor de la economía mundial. Desde su producción a gran escala, la temperatura media de la tierra no ha parado de crecer, donde los científicos, antes vaticinaron que el límite estaría en torno a los 2 grados, pero posteriormente, determinaron que 1.5 grados podría ser el punto de no retorno para entender la vida en la Tierra tal y como la conocemos.
Intentar evitar que la temperatura aumente uno 1.5 grados supone el principal tema de conversación cuando tiene lugar las negociaciones contra el cambio climático mundial. Todas las naciones acordaron “llevar adelante esfuerzos” para mantener el incremento de la temperatura global por debajo de 1,5 ºC, según el Acuerdo de París de 2015.
De no ser así, las consecuencias de superar dicho valor durante una o dos décadas seguidas y sin evitar su reducción podría provocar olas de calor más largas, mayores sequías, tormentas e incendios mucho más intensos. También se produciría un aumento de la desertización de las zonas que actualmente ya tienen problemas hídricos, como la península ibérica o Marruecos, donde prácticamente se convertiría en un desierto hídrico, mientras que, las zonas de clima atlántico, como el norte peninsular, tendría cierto carácter de clima mediterráneo.
A pesar de que la especie humana tenga tecnología suficiente para paliar los efectos del cambio climático, el resto de especies están sufriendo de forma masiva los efectos de tal destrucción, donde muchos científicos están hablando ya de la sexta gran extensión, debido al aumento de la temperatura, contaminación y la destrucción de los ecosistemas.
