Uno de los problemas más graves que puede sufrir una persona a cualquier edad es un accidente cerebrovascular, lo que se conoce también como un ictus. Prevenirlo parece muy sencillo, pero también es importante saber cuándo va a tener lugar uno. En los casos en los que ha ocurrido el tiempo es clave, pero si ha sido tan fuerte que se ha afectado a la motricidad de la persona, este robot es la clave para una mejor rehabilitación.
Con unos anclajes colocados en la cintura y las piernas, una persona puede hacer rehabilitación para volver a andar lo antes posible.
La robótica al servicio de la rehabilitación
Como decíamos, una de las secuelas de un ictus es la pérdida de la motricidad. Las conexiones del cerebro se deterioran rápidamente, dando lugar a un problema que deja a más de uno en una silla de ruedas porque no se pueden mantener en pie. Es cierto que muchos han logrado erguirse de nuevo gracias a un largo proceso de rehabilitación.
Este consiste en que el paciente, poco a poco, recupere el movimiento típico de las piernas y en mantener a la persona en movimiento en una barra con citas de correr. Sin embargo, este proceso todavía puede aportar mucho más para profesionales y los propios pacientes con la llegada de dispositivos como este exoesqueleto que es capaz de agilizar este proceso de recuperación tan importante por cada paciente.
Esto lo han conseguido en la Universidad de Massachusetts Amherst con un nuevo proyecto en el que un exoesqueleto puede ayudar en la mejora de la rehabilitación. En palabras de la autora principal del estudio, Meghan Huber, “nuestro objetivo es desarrollar métodos de rehabilitación de la marcha que se traduzcan en mejoras funcionales en contextos del mundo real”.
Este dispositivo consigue transferir los movimientos que cualquier paciente haría en una cinta de andar a un sistema que replica los movimientos directamente sobre el cuerpo de la persona. Lo más interesante es que este equipo está pensado para ser portátil. Esto significa que puede usarse en cualquier parte ya que dispone de un ordenador integrado para dar las órdenes precisas y seguir con el tratamiento donde sea.
De hecho, este es el objetivo más interesante, que los usuarios de este aparato puedan usarlo cuando quieran para que la rehabilitación siga su curso o incluso mejoren su calidad de vida más allá de sus circunstancias.