Existen dolores que son realmente insoportables. Puedes estar pensando en el escozor de una herida, o un pinchazo agudo que puede suponer el que un músculo se monte encima de otro, o peor, cualquier cosa que se te haya metido más allá de la piel. Sin embargo, las enfermedades producidas por un dolor en venido de los nervios son realmente terribles, aunque parece que hay un método para tratarlas con nuevos medicamentos que evitan los opiaceos.
El tratamiento ayudará a que nuevos medicamentos tengan una aplicación que de verdad ayude a paliar los efectos de los daños que producen los efectos como la hipersensibilidad mecánica, caracterizada por un fuerte dolor neuropáitco.
Por fin llega un analgésico para el dolor neuropático
Uno de los dolores más fuertes podría tener una cura. Todo el mundo se toma alguna clase de medicamento cuando se trata de paliar algún dolor. Productos como el ibuprofeno o el paracetamol son algunos de los más comunes, aunque por desgracia no sirven para curar todos los dolores que puede sufrir una persona. Hay algunos problemas con los que son necesarios otros tratamientos.
El caso es que un equipo de investigadores de la Universidad de Texas en Austin (UT Austin), en colaboración con UT Dallas y la Universidad de Miami han encontrado una fórmula con la que es posible usar una molécula en los tratamientos que reducen el impacto de la hipersensibilidad. El compuesto es conocido como FEM-1689 y en las pruebas con ratones se han encontrado que los que poseían esta molécula no tenían ningún tipo de dolor.
Se trata de un compuesto que puede convertirse en una ayuda real para que el futuro de muchas personas pueda mejorar. Y es que tenemos que decirlo así porque el dolor que sufren aquellos que lo padecen puede condicionarlos de por vida a menos que se utilice un fármaco con este compuesto.
Si, todavía necesita una fase de preparación
Por desgracia, el proyecto necesita mucho más tiempo del que pensamos. El hallazgo es muy interesante, pero por desgracia no es un elemento que por sí solo se pueda consumir como cualquier pastilla. De hecho, así lo comenta Stephen Martin, coautor correspondiente del estudio, quien dice que “nuestro objetivo es convertir este compuesto en un fármaco que pueda usarse para tratar el dolor crónico sin los peligros de los opioides”.
Y es que recordemos que el uso de estas sustancias debe ser moderado incluso si se lleva a cabo por prescripción médica. A nadie le gusta recurrir a esta medida, pero cuando el dolor es insoportable es lo único que inhibe las condiciones del sistema nervioso para no sentir dolor. La parte mala es que también relaja el cuerpo, por lo que un consumo excesivo puede causar graves problemas a cualquiera que tome un medicamento de estas características.