Los agujeros negros son elementos espaciales que son tan increbles como peligrosos. Estas formaciones son capaces de generar mucha energía, pero lo que llama la atención es que son capaces de engullir todo tipo de elementos que hay a su alrededor. Da lo mismo que sea polvo estelar, planetas o incluso otros agujeros negros el caso es que son los cuerpos celestes más voraces a los que cualquier materia se puede enfrentar en el universo. Sin embargo, hay un elemento que es muy llamativo desde cualquier parte del universo y son todas esas llamaradas que generan las estrellas que son consumidas por estos agujeros negros.
Esto es precisamente lo que un equipo de investigación ha conseguido detectar nada menos que 10.000 millones de años luz de la Tierra una distancia que sin duda te puede dar una idea de la potencia lumínica de esta llamarada aunque haya sido a través de un telescopio.
Una potencia de diez mil millones de soles
Si miras al cielo lo más seguro es que encuentres por el día al astro rey sobre el que giran todos los planetas del sistema solar. Nuestro Sol lleva mucho tiempo en activo y cuesta creer que después de algunos millones de años esta estrella terminará por apagarse. Como decimos, esto ocurrirá de manera natural dentro de muchísimos años, pero eso no quita que otros soles puedan terminar su vida antes incluso de lo que cabría esperar.

Puedes pensar que esto es imposible, ya que son estrellas con una capacidad calorífica desmesurada, pero la realidad es que hay un elemento en el espacio que podría ser determinante para este evento, como es el hecho de que sea engullido por un agujero negro. Precisamente esto es lo que ha pasado o más bien lo que está pasando a varios millones de kilómetros de la Tierra donde el Observatorio Transitorio Zwicky (ZTF) ha encontrado un agujero negro gigantesco J2245+3743 que se alimenta de grandes cantidades de gas, pero en el camino ha absorbido una estrella con una masa equivalente a 500 soles.
El instituto ha contemplado un fenómeno llamado disrupción de marea o TDE, lo que ha provocado una llamarada enorme que se ha propagado por el curso del agujero negro y considerándose como la mayor jamás registrada con una potencia de nada menos que 10.000 millones de soles.
En proceso de desvanecimiento
Una de las cosas que hay que tener en cuenta es que esta llamarada espacial está muy lejos de la Tierra, por lo que hablamos de un evento que podría haber sucedido hace años. Aun así, de trata de un fenómeno. Según las declaraciones que recoge la revista Space de Matthew Graham, líder del equipo del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y científico del ZTF “hemos estado observando el cielo con ZTF durante siete años, así que cuando vemos algo que brilla o cambia, podemos ver lo que ha hecho en el pasado y cómo evolucionará”.










