Para muchas personas sufrir un dolor de cabeza es de lo más normal de vez en cuando. Con una aspirina se puede pasar, pero el problema llega cuando estas dolencias son mucho más severas e incontrolables como son las migrañas. Ese dolor punzante en la cabeza, además de las náuseas entre otros síntomas, son el día de muchos y por fin aparece un estudio que ha encontrado el origen de estas dolencias.
A lo largo y ancho del mundo hay unas mil millones de personas en todo el mundo que sufren de migrañas y, aunque hay formas de lidiar con ella y hacerlas más llevaderas, lo cierto es que no hay un método para acabar con ellas. Ahora se tienen más detalles de cómo se origina, por lo que ya se tienen más datos sobre cómo tratarlas.
Por fin se conoce el origen de las migrañas
La migraña es una de las dolencias más extendidas en todo el mundo y son conocidas por ser algo más que un dolor intenso de cabeza. Quienes lo padecen las conocen muy bien, ya que además de esos pinchazos fuertes en el interior del cráneo se manifiestan otros problemas como la visión borrosa, la fatiga o incluso las náuseas. Esto puede producirse durante un largo periodo de tiempo o incluso durante varios días, de ahí su carácter tan incapacitante.
Durante mucho tiempo se ha atendido a los pacientes de muchas maneras, pasando por los analgésicos, medicamentos recetados según las necesidades de las personas así como otros remedios como es el caso de las toallas frías. Pero todos estos remedios, aunque eficaces según la gravedad del paciente, tendrán un mejor tratamiento después de conocer cuál es el origen de las migrañas.
Según un estudio de Science, todo tiene que ver con una de las partes más importantes del cuerpo, como es el líquido cefalorraquídeo. Puede que muchos pensaran que se trata de un problema en el que el dolor de cabeza aparece sin motivo ni razón, haciendo que la persona no pueda hacer nada durante un periodo de tiempo, pero es mucho más que eso. Por lo que cuenta la coautora del estudio Maiken Nedergaard, neurocientífica de la Universidad de Copenhague, “la migraña es en realidad una medida protectora en ese sentido. El dolor es protector porque le dice a la persona que descanse, se recupere y duerma”.
El estudio tiene en cuenta un evento que es la llamada depresión cortical propagada, la cual hace que el cerebro entre en alerta por un periodo de tiempo debido a que la actividad neuronal se detiene. Esto trae consigo un sistema de protección que hace que los nervios de las meninges actúen por un drenaje de las moléculas del líquido cefalorraquídeo.
Gracias a un estudio con ratones se ha observado que durante este estado hay proteínas que varían su presencia en este líquido, mientras que las que transmiten el dolor aumentan en más del doble. De hecho, los medicamentos recetados para las migrañas intentan atacar estas proteínas para erradicarlas, pero esto no es lo único que entra en juego. Resulta que existe una brecha natural en el ganglio trigémino, el cual hace que el líquido cefalorraquídeo se filtre hasta llegar a diferentes células nerviosas.
Esto trae consigo unos otros interrogantes también interesantes que también han sido resueltos como es la concentración de proteínas según el tiempo que pasa. Resulta que durante los experimentos se observó una mayor concentración de las proteínas del dolor durante los primeros momentos, mientras que a las dos horas esta concentración es menor. Esto sugiere que la proteína se degrada, por lo que esto podría dar lugar a nuevas investigaciones con las que plantear más opciones para tratar esta enfermedad en el futuro y combatirla como un dolor de cabeza tradicional.