En los últimos meses nos hemos acostumbrado a escuchar la intención de muchos fabricantes de apostar por un modelo de ordenadores cuánticos que sean capaces de realizar muchas operaciones en el tiempo. También hemos hablado de la importancia que tienen los relojes cuánticos a día de hoy ya que su precisión es la que ayuda a que otros dispositivos sean capaces de darte la hora exacta al milisegundo. Pero lo que no esperábamos de ninguna de las maneras es que la comunidad científica llegan hasta tal punto de dar con un reloj mucho más preciso si cabe.
Hablamos de la llegada de un reloj de iones que es capaz de ofrecer una precisión que rivaliza y supera al de uno de los de más avanzada tecnología.
Mas preciso que los relojes cuánticos
Los montes de la puntualidad tienen claro que controlar el tiempo al segundo es clave. Cada movimiento de la manecilla más fina de la esfera es un segundo perdido y la precisión en muchos casos es más que un deber. Sino que se lo digan a todos los pilotos de Fórmula 1 o MotoGP lo importante que es llegar una milésima antes que su rival a la línea de meta.
Es cierto que para el común de los mortales el tiempo también tiene su valor pero tal vez esto estan obsesionado como para tener un reloj de iones en tu casa. Para empezar porque no podías tenerlo, ya que se trata de una pieza de tecnología de lo más avanzada en el mundo, ya que estamos hablando de un dispositivo que es capaz de decirte con una exactitud minuciosa y la hora el minuto y segundos en el que estás.

Para conseguir tal precisión funciona mediante el uso de un par de iones entrelazados cuánticamente para obtener dicha precisión. Concretamente, se usa un ion de aluminio unido a otro de magnesio y el aparato de medición consigue encontrar el tictac estable de alta frecuencia que ofrece el ion de aluminio al activarse.
El problema es que estos elementos no se pueden quedar suspendidos por sí solos en el espacio y para eso se requiere del uso de lo que se conoce como una trampa para iones de unos pocos micrómetros donde interactúan entre si. De esta manera el ion de magnesio recibe la vibración del de aluminio y envía esta información a unos láseres que son los que recogen la información temporal.
La importancia de una buena refrigeración
Otro de los elementos más importantes de este proyecto, por lo que cuenta New Atlas, es que necesita un sistema de refrigeración para mantener la estabilidad de los dos iones y la incidencia de los láser. Curiosamente, de esta labor se encarga el magnesio, el cual es el elemento que enfría el aluminio para que no se sature y se pierda su estabilidad.











