El avión ha permitido salvar distancias de miles de kilómetros en apenas unas horas con un trayecto lo más corto posible. A día de hoy es el medio más rápido para viajar de una ciudad a otra aunque para muchos resulta un medio de transporte un tanto peligroso. Puede que pienses que en condiciones meteorológicas normales no hay nada que temer, pero para muchos el hecho de montarse en una aeronave con situaciones atmosféricas adversas es un motivo para tener miedo. Pero lo cierto es que incluso en estos momentos estos vehículos también son de lo más seguros y una prueba de ello está en las varillas que tienen en sus alas.
Para más de uno pueden ser elementos simplemente estéticos pero lo cierto es que cumplen con una función de seguridad sumamente importante que ayuda a que estos aviones se mantengan en el aire sin problemas.
Las partes más importantes de un avión
Puede parecer muy evidente que dentro de la estructura de lo que es un avión las alas son la parte más importante. El cuerpo es simplemente un elemento más de la estructura de este vehículo que circula con el aire y que de no ser por los elementos que componen sus alas no habría ninguna forma de mantenerlo en el aire.
Los ingenieros se esmeran para que su estructura sea lo suficientemente aerodinámica para evitar en la medida de lo posible la resistencia al viento, y eso sin contar con lo importante que es sostener los grandes motores que llevan debajo de ellas con los que logran alcanzar velocidades realmente altas.
Sin embargo, hay un elemento muy importante que pasa desapercibido de la estructura de estos elementos, bien por su tamaño o incluso están colocadas muy al extremo de las propias salas. Estamos hablando de unas varillas metálicas que sobresalen del extremo de estas alas y que aparentemente no tienen una función tan importante como lo pueden tener el tren de aterrizaje, los alerones o los motores que componen estas partes.
Pero nada está más lejos de la realidad que esta afirmación ya que estas varillas tienen lo que se podría llamar una función defensiva para el avión.
Un elemento indispensable para el avión
La seguridad de todos los pasajeros de un avión no solamente depende de que los pilotos sean capaces de tomar buenas rutas para evitar las turbulencias por las que suelen pasar durante un viaje aéreo. Los constructores de este vehículo también ponen de su parte para que todo funcione a la perfección en una aeronave que vuela a kilómetros de la superficie terrestre y que solamente debe tocarla de nuevo cuando aterrice, y para ello es necesario investigar diferentes contramedidas para todo tipo de situaciones.
Del mismo modo que se colocan elementos lumínicos en las salas para determinar el ancho del avión e incluso su posición también es importante colocar elementos que le permitan evitar problemas a unas alturas en las que la meteorología también es muy inestable. Es por este motivo por el que las alas de los aviones tienen unas varillas que directamente apuntan al cielo, para proteger el avión de algunos de los problemas más importantes.
Aunque no te lo parezca, el vuelo de un avión genera fricción del aire que fluye por el fuselaje, lo que hace que este acumule electricidad estática, el mismo efecto que se produce cuando frotas un globo contra una superficie varias veces. Sin embargo, a kilómetros de altitud esto es un problema muy grave, ya que la carga estática puede atraer la electricidad de tormentas y las nubes que hay alrededor del medio de transporte.
Aproximadamente miden unos 20 centímetros y se colocan a los bordes exteriores de las alas con el fin de descargar esa electricidad estática. Su forma no es cilíndrica por completo ya que en su extremo tiene una punta afilada que sirve de puente de salida para que los electrones salgan de la nave de una manera segura y no produzcan fallos en el sistema eléctrico de la nave.
Qué pasaría si los aviones no tuvieran estas varillas
Como puedes ver la aportación de estas varillas metálicas de las alas es fundamental para que todo funcione correctamente. Y para todos aquellos que se pregunten sobre cuál sería el futuro de una aeronave sin estas contramedidas, lo cierto es que no les depara nada bueno. Como te comentábamos antes acumular electricidad no es nada bueno y mucho menos en un avión, ya que si recibiera una descarga externa de energía sobre alguna parte del fuselaje lo más probable es que el avión podría sufrir daños severos tanto en el sistema eléctrico como en el sistema de navegación lo cual sería todo un desastre para todos los pasajeros que hay en su interior.