El agua es uno de los elementos principales del planeta Tierra. Es esencial para la vida, pero es cierto que no todas las aguas son beneficiosas para el ser humano. Una de las más abundantes es la que está en el mar, la cual no es apta para el consumo. Sin embargo, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha creado una pequeña máquina con la que es posible convertir el agua del mar en potable y con energía solar.
Son muchas las personas que viven en islas o en lugares donde el agua que reciben es salada. La gran mayoría de estas personas tienen que instalar dispositivos para que esa agua llegue potable a sus grifos, por no hablar del proceso por el que se elimina la sal del líquido. Todo apunta a que este proceso será más rápido, barato y portable.
Una desalinizadora de bajo coste
El mundo de la tecnología cada vez busca más y más mejoras con las que hacer más fácil la vida humana. Sin embargo, hay que tener en cuenta que lo que impera en estos tiempos es gastar cuantos menos recursos mejor, ya que estos son limitados. El agua también es uno de ellos y se ha notado sobre todo este año después de que se registrara uno de los veranos más calurosos de todos.
Por eso, es importante preservar la vida de las personas lo mejor posible, y en el MIT quieren dar una respuesta a todos los que viven una situación de necesidad con el recurso acuático en zonas donde este es difícil de consumir de manera directa. Por supuesto, el uso de plantas desalinizadoras hace que la vida en lugares como una isla no sea un problema, pero con lo que cuestan se buscan alternativas más asequibles.
Gracias al estudio publicado en Joule, podemos ver cómo funciona y qué beneficios tiene. El tamaño del aparato no es más grande que una maleta donde tiene todo lo que necesita para comenzar el proceso. Todo comienza metiendo un motor de extracción que envía el agua del mar a la máquina, la cual funciona con energía solar para empezar el proceso de desalinización.
Este se lleva a cabo gracias a un proceso llamado termohalino, que es el que se desarrolla en el mar para que el calor fluya por el agua desde las zonas más tropicales a las polares.
Sin embargo, hay un proceso más y es que esta agua se expone al aire y con la luz del sol el agua obtenida se evapora, consiguiendo así que la sal se separe del líquido. Para finalizar, un tubo llena poco a poco un recipiente y es cuestión de unos minutos tener un vaso de agua potable listo para su consumo.
Producción de agua potable con menos recursos
No cabe duda de que este avance del MIT con esta desalinizadora portátil será de gran ayuda para que más personas tengan acceso a ella. De momento, esta máquina sirve para esos entornos donde aprovechar el agua salada es imprescindible, pero se espera que en el futuro este estudio se magnifique para desalinizar el agua sin depender de una central eléctrica cercana.
Por otro lado, es verdad que el proceso productivo puede ser algo lento. Y esto lo decimos porque por cada hora que la máquina funciona con este tamaño genera unos 3,7 litros de agua potable, por lo que hacer una planta más grande aumentaría exponencialmente la cantidad producida que, tal vez, sea suficiente para abastecer a una ciudad.
