Una de las cosas que preocupa a todo el mundo es la obtención de energía. En los últimos años se ha buscado la forma de dar con energías más limpias, pero sobre todo renovables. Es cierto que hay muchos proyectos en alza que pueden ayudar a conseguirlo como la energía solar o la eólica, pero cuando se trata de obtener cantidad, la nuclear las gana con creces. Y aquí es donde entra en juego un nuevo proyecto en Europa llamado Myrrha.
Este nuevo sistema promete algo que no te llegas a imaginar: la reutilización de los deshechos nucleares para darles una segunda vida y generar mucha más energía con ellos, tanto que en un segundo se puede generar la electricidad necesaria para una ciudad durante todo un año.
Un sistema que reutiliza el material gastado de las centrales nucleares
La energía nuclear es un tema que tiene tantos defensores como detractores. Los que están a favor te dirán que no habría tantos problemas con la energía en caso de que estas funcionaran a pleno rendimiento. Por otro lado, los que se posicionan en contra pondrán argumentos como la forma tan deficiente en que se tratan los residuos, así como lo que ocurre en caso de que haya un problema de seguridad y se produzca una explosión a gran escala como ocurrió en Chernobyl.
Sin embargo, en Europa se está investigando un sistema muy novedoso que intentará abordar ambos problemas, en especial el del tratamiento de los residuos. Se trata de un proyecto que se está llevando a cabo en Bélgica y que está compuesto por un reactor nuclear impulsado por un acelerador de partículas que no solo es muy eficiente, sino que genera menos residuos que las centrales nucleares actuales.
Su nombre es Myrrah, y se trata de un reactor capaz de funcionar con los materiales radiactivos ya utilizados en otras centrales nucleares. Para ello debe realizar un proceso de reciclaje para utilizarlo como nuevo combustible y que previene los en cierta medida los actínidos menores, que son deshechos derivados del Uranio.
Cómo funciona Myrrha
Puede que más de uno encuentre en Myrrha una gran alternativa al uso de la energía nuclear, tanto a nivel de potencia como de reciclaje de todos los deshechos que se generan de manera habitual con las reacciones típicas de este sistema de obtención de energía con este reactor de investigación híbrido de fines múltiples para aplicaciones de alta tecnología.
Su funcionamiento se apoyan el uso de un acelerador de protones de alta energía que es capaz de generar los neutrones necesarios para generar reacciones de espalación. Esto consigue crear los actinidos menores se quemen provocando esa reactividad que es la que más adelante genera el calor necesario para poner en funcionamiento los reactores. De esta manera se consigue que a pleno funcionamiento se consiga una potencia máxima de 100 megaelectrovoltios. Y esto solamente serían una primera fase ya que se pretende aumentar esta medida hasta los 600 MeV, los cuales son capaces de alimentar el reactor que se construirá para la tercera fase del proyecto.
Lo mejor de todo es que se trata de un sistema seguro. Esto es posible gracias a que en cuanto el acelerador de partículas se detiene la reacción de fisión entre los elementos que en su interior y que se produce en cadena también lo hace al apagarse algo que puede ayudar a provocar problemas mayores. Por otro lado, está diseñado para que el calor residual de la desintegración se elimine mediante un sistema de circulación natural en el que no sería necesaria la intervención de ningún tipo.
Bélgica cree que en 2027 comiencen las tareas de investigación
El Gobierno belga es el que está detrás de este gran proyecto que forma parte del plan estratégico europeo de tecnología energética para evitar las emisiones de carbono que hasta ahora formaban una parte muy importante de la agenda europea para el desarrollo y el bienestar del planeta. No cabe duda de que reciclar uranio y plutonio ya utilizados es una gran medida no solamente para reutilizar estos materiales radiactivos y tan peligrosos para el ser humano, sino también para exprimirlos de tal manera que sean incluso más fáciles de eliminar obteniendo de ellos la mayor energía posible.
Solo queda esperar a que en 2027 se comiencen las primeras actividades de investigación, las cuales se utilizarán para seleccionar isótopos individuales para destinarlos al segmento de la radiofarmacología y experimentar para mejorar la física nuclear.