A día de hoy la gran mayoría de las baterías están hechas de un material que poco a poco se está volviendo escaso: el litio. A día de hoy es un elemento prácticamente imprescindible para cualquier sistema de almacenamiento de energía, por su resistencia y también por su capacidad para almacenar esa energía que tanto necesita. Pero puede que el día de mañana tengamos una respuesta mucho más eficiente para este tipo de sistemas con la integración en el mercado de las conocidas como baterías de bacterias.
Probablemente, jamás pensarías que cualquier microorganismo podría ser útil cuando se trata de crear algo tan complejo y tan importante como es una batería pero lo cierto es que ya hay estudios que están demostrando la viabilidad de este proyecto.
Qué son las baterías de bacterias
Para cualquier persona que entienda el concepto de lo que es una batería tienen mente que se trata de un aparato pensado para almacenar energía y que hace que esta se quede comprimida dentro de un espacio que puede ser desde algo tan pequeño como los cilindros a los que llamamos pilas hasta grandes estructuras como las que llevan a día de hoy los coches eléctricos. Como hemos dicho antes, el litio es el material principal que guarda toda esta energía para ser utilizada más adelante, para decir verdad hay otros proyectos que merecen la pena recalcar.
Uno de ellos tienen que ver con las llamadas baterías biológicas o microbianas, que son las que utilizan pequeños microorganismos con el fin de generar electricidad. De la misma manera que pueden funcionar una célula en tu cuerpo cuando introduces alimento para convertirlo en energía, estas hacen algo similar.
La función de estos microorganismos es la de metabolizar compuestos orgánicos con el fin de liberar electrones y generar de esa manera un flujo de corriente eléctrica que haga funcionar un aparato.
Qué mejoras aporta
Probablemente, una de las cosas que más llama la atención del uso de bacterias para crear baterías son los beneficios que puede aportar el día de mañana a todos los segmentos que requieren este tipo de objetos para funcionar.
Es importante tener en cuenta que los primeros avances se han realizado en un espacio muy pequeño de apenas unos milímetros, pero lo cierto es que estas biomaterial podrían aportar grandes mejoras el día de mañana.
Por otro lado, es importante destacar que no es el único proyecto que está en alza cuando se trata de buscar una alternativa al litio, ya que como sabemos, hay proyectos en los que se contempla el uso de energía nuclear a pequeña escala para incluso alimentar teléfonos móviles.
Muy similar al litio en aplicaciones
Dicho sí este sistema para retener energía podría ser el gran sustituto del litio, pero todavía es muy pronto para saberlo. Sin embargo, las aplicaciones que puedo tener son de lo más variadas y pueden ir desde pequeños dispositivos como móviles hasta incluso otras como coches o dispositivos mucho más grandes que requieran de una gran cantidad de energía y guardada para funcionar.
Mucho más respetuosa con el medio ambiente
Crear baterías con bacterias supone un cambio de lo más importante cuando se trata de fabricar baterías. El proceso típico para fabricarlas implica que en primer lugar se extraiga litio para convertirlo en el material que sea capaz de obtener y retener la energía.
Sin embargo, estas baterías podrían ser creadas en un laboratorio para usarse en la creación de estos aparatos que el día de mañana podrían estar colocados incluso en la base del coche.
Más seguridad
Probablemente, este es uno de los elementos más importantes para los usuarios cuando se trata de hablar de baterías. En los últimos años, hemos visto episodios de los que una batería de ion litio se ha sobrecalentado hasta tal punto que ha explotado y esto no solamente se aplica a pequeños dispositivos como móviles, sino que también lo hemos visto en vehículos de gran tamaño.
Por supuesto, esto puede ser un problema muy importante para los usuarios que busquen una alternativa tangible, ya que aunque su capacidad energética es menor a la del litio, no utiliza ningún tipo de material tóxico ni inflamable, lo cual mejora su rendimiento además de su estabilidad