En el mundo de la inteligencia artificial el hardware sigue siendo una parte importante para el desarrollo de esta tecnología. Se trata del software más avanzado hasta la fecha y son muchas las compañías que tienen mucha fe depositada en ella a todos los niveles. El problema es que para moverla este hardware tiene que ser muy potente y emplearlo de manera efectiva es una de las prioridades de todas las compañías. De hecho, el mejor ejemplo lo tenemos en Amazon con el llamado proyecto Greenland.
La compañía no solamente se dedica a ser el almacén más grande de toda la red sino también a ofrecer servicios virtuales que en el mundo de las empresas se podría como considerar como uno de los aliados más valiosos a nivel de productividad.
Una distribución inteligente de los recursos
Probablemente, hayas escuchado esta frase en alguna ocasión, no tal vez la hayas leído en alguno de nuestros artículos ya que es un elemento crucial cuando hablamos de la capacidad de procesamiento de cualquier máquina. Cuando hablamos de recursos no solamente hablamos de potencia de hardware, sino también de las capacidades que tiene este para procesar información de una manera rápida y eficiente para que el usuario tenga una experiencia lo más satisfactoria posible.
Para el ciudadano de a pie, esto se puede considerar la capacidad que tiene un procesador de mover archivos de manera rápida y eficiente, algo en lo que la memoria RAM tiene mucho que ver, así como la memoria de vídeo que ayuda a que el procesamiento gráfico funcione de manera más fluida. Pero en este caso tenemos que hablar de la inteligencia artificial, la cual requiere de muchos más recursos de los que te puedas imaginar para procesar todas las solicitudes de los usuarios en tiempo récord.
Aunque no te lo creas, Amazon es uno de los proveedores de servicios más importante en Internet y a día de hoy esto es gracias a la gran inversión que ha hecho para que su hardware sea de lo más competente a la hora de funcionar con la inteligencia artificial. Para eso necesita muchos recursos que abusan de las GPU que están en su poder para trabajar y es aquí donde entra en juego el proyecto Greenland.
Para la compañía, estas tarjetas gráficas dedicadas al procesado de datos son un bien muy valioso que no puede estar expuesto al orden de llegada de solicitudes de los usuarios. Dicho de otra manera, no puede permitir que sus servidores se mantengan a la espera de que un usuario le haga solicitud cuando podría destinar recursos inactivos a otros proyectos de gran urgencia.
Una inversión titánica en inteligencia artificial
Como puedes ver, el proyecto Greenland de Amazon está destinado a ser uno de los más importantes a la hora de utilizar el hardware de manera eficiente para el uso de la inteligencia artificial. No cabe duda de que el día de mañana puede suponer un cambio radical en la forma en la que las empresas utilizan este servicio y lo mejor de todo es que su trabajo no solamente se centra en la adquisición de hardware por parte de otros proveedores, sino que también invierte sus esfuerzos en crear sus propios chips conocidos como Trainium.
Con todos estos sobre la mesa y con un campo de servidores realmente grande no cabe duda de que este proyecto no solamente busca la eficiencia a la hora de destinar recursos al uso de la inteligencia artificial, sino que también se compromete con su uso más responsable y eficiente algo que también puede ayudar al medio ambiente si consideramos que la inteligencia artificial también se ha considerado como una de las fuentes de consumo energético más importante de los últimos años.
En lo que la economía se refiere para la firma supondría también una mejora en lo que se conoce como el retorno de inversión haciendo que la empresa crezca en los próximos años de manera exponencial y todo eso teniendo en cuenta tanto los datos proporcionados por las diferentes tarjetas gráficas así como el beneficio económico que le pueden sacar de su utilización.