Cuando hablamos de impresoras 3D lo primero que se viene a la mente es una enorme estructura de la que tienes suerte si no ocupa lo mismo que una mesa pequeña desde la que ponerla a trabajar. Eso sin contar con que si trabajas con este tipo de maquinarias seguramente las habrás visto mucho más grandes. Lo que tal vez no esperabas es que en el mundo hubiera una impresora 3D tan pequeña que puedes llevar en el bolsillo.
Esta descripción te puede sonar pura fantasía, pero es que en el MIT han logrado condensar todo lo mejor de esta tecnología de impresión en un pequeño aparato que puedes llevar en el bolsillo sin ocupar apenas espacio por su diminuto tamaño.
Un nuevo concepto de lo que es una impresora 3D
En alguna ocasión te hemos contado todos los secretos detrás de las impresoras 3D con las que puedes comprar la que más se ajusta a tus necesidades. Verás que hay muchas en el mercado con diferentes características entre las que elegir, pero ninguna de ellas se ajusta a las capacidades que tiene las dimensiones más pequeñas del mundo. ¿Cómo es esto posible?, todo se debe al ingenio y la tecnología a la que nos acostumbra una de las entidades más importantes del mundo de la tecnología y la innovación: el MIT.
En su seno han desarrollado un aparato que mide incluso menos que el diámetro de una moneda y que tiene todo lo que necesitas para empezar a trabajar donde tú quieras. Esto es posible también porque carece de partes que se pueden ensamblar y quitar, algo que hace más sencillo el transporte de esta máquina (aunque no lo parezca para muchos). Para entender su funcionamiento, se puede leer en el blog del propio MIT que esta impresora en miniatura está compuesta de “un chip fotónico de escala milimétrica que emite haces de luz reconfigurables en un pozo de resina que se cura y adquiere una forma sólida cuando la luz incide sobre él”. Es por eso que en vez de motores y plataformas con las que mover el extrusor nos encontramos con el uso del láser con pequeñas antenas ópticas para moverlo y crear así la figura que necesitas.
Lo que quieras, cuando quieras
Por supuesto, tener una impresora 3D en el bolsillo es toda una novedad para cualquier persona. Esto suena a película de James Bond, con la gran cantidad de cachivaches que son lo que no aparentan, y en este caso estaríamos ante uno de ellos. Estaríamos delante de una revolución del segmento de las impresoras tridimensionales, uno en el que todavía hay personas que están empezando para comprobar hasta qué punto es viable trabajar con ella.
Este modelo sería muy interesante para disponer de objetos cuando se quisiera y cuando se necesitase, por lo que con un precio lo suficientemente asequible se puede convertir en el próximo aparato que podrías llevar contigo a cualquier parte. Faltaría saber qué tipo de materiales son compatibles con este nuevo dispositivo, ya que hay algunos modelos que son capaces de imprimir hasta en metal, lo que ya es todo un avance para crear piezas que se necesitan en diferentes trabajos, desde la construcción generando consumibles básicos como son los tornillos o incluso en el ámbito sanitario con la creación de diferentes elementos necesarios para que se realice una reparación de un hueso.
En palabras de Jelena Notarios, una de las profesoras del MIT, “Este sistema replantea por completo lo que es una impresora 3D. Ya no es una gran caja sentada en un banco de un laboratorio creando objetos, sino algo que se lleva en la mano y es portátil. Es emocionante pensar en las nuevas aplicaciones que podrían surgir de esto y en cómo podría cambiar el campo de la impresión 3D”. No olvidemos que esto es, de momento, un prototipo que todavía tiene que perfeccionarse hasta llegar a una versión más estable y sólida. Esto supondría la posibilidad de tener un aparato lo suficientemente compatible y rápido con el que llevar a cabo estas proezas que a día de hoy se ven lejanas.