impresora 3D

Todo lo que no te cuentan antes de comprarte una impresora 3D

Materializa tus creaciones.

La impresión 3D ha abierto todo un mundo de posibilidades. Son muchos los que han decidido ponerse manos a la obra e invertir en una máquina que puede ser diversión o incluso convertirla en parte de su trabajo. Sin embargo, es un mundo en el que se deben tener en cuenta muchos factores y términos que para todo novato cuesta comprender al principio. Por eso, si eres de los que está empezando en el mundo de la impresión 3D te recomendamos echar un vistazo a las siguientes líneas.

Lejos de lo que pueda pensar cualquier persona, la impresión 3D dista mucho de instalar un software, montar la máquina en una habitación y ponerse a materializar objetos. Hay muchas cosas que conocer antes incluso de comprar el dispositivo principal, por lo que vamos a echar un vistazo a todo lo que necesitas saber antes de adquirir tu impresora 3D.

¿Qué tipos de impresora en 3D hay?

Como suele pasar en muchos segmentos de la tecnología, puedes encontrarte con diferentes aparatos que realizan una misma función. Si nos centramos en las impresoras tradicionales podemos encontrar tres tipos: las de inyección de tinta, las láser y las de sublimación. Algunas aportan más funciones que otras, pero si preguntas cualquiera que haya visto una sabrá decirte que es para sacar en papel documentos digitales que tienes en el ordenador.

Algo similar ocurre en el campo de las impresoras 3D, donde podemos encontrar dos tipos según la forma en la que materializan los diferentes objetos que has creado en un programa:

  • FDM: son las siglas de Fused Deposition Modeling. Si te encuentras con una impresora de estas características significa que estás ante una de las más populares y que imprimen creando capas de plástico superpuestas. Se componen de un cabezal que es el que recibe y funde el plástico que más tarde se deposita sobre una base de impresión.
  • SLA: este tipo de impresión 3D se consigue polimerizando una resina fotosensible. La base es la que contiene el material o resina que se va a utilizar y es la base que la que asciende dando la forma deseada. Dependiendo del objeto, la impresora creará estructuras más endebles que se pueden romper con el fin de mantener una forma deseada sobre la base. Es posible que este plástico necesite de un curado posterior con el fin de aportar más dureza o definición al objeto.

Estas son las que puedes usar en tu casa gracias a que las hay en formato muy reducido. Decimos esto porque hay un tercer tipo que son las SLS, que funcionan de manera muy similar a las SLA con la diferencia que es un láser el que imprime diferentes partículas de polvo para crear un objeto sólido. Es la que más definición aporta y se usa para crear piezas o plantillas para usar más adelante con otras maquinarias que convierten una lámina de plástico en la forma exacta que has sacado antes.

Cómo elegir una impresora 3D si empiezo

Si nos preguntas por una buena máquina para iniciarse, lo mejor es que pruebes con una FDM, las cuales son más baratas tanto en una primera inversión como en materiales. Puedes encontrar modelos cuyas tres cifras no sobrepasan los 250 euros y que son exponentes muy interesantes para cualquier persona que quiere saber si es algo a lo que dedicarse sin arriesgar mucho dinero.

Pero más allá del dinero, que es importante para muchos, también debes conocer diferentes factores que harán decantarte por uno u otro modelo:

El espacio

Esto es muy importante ya que cuanto más grande sea el aparato más grandes serán los objetos que puedes imprimir. Pero esto tiene una cara B y es que necesitarás más o menos espacio para colocarla. Más allá de esto, no te preocupes por el objeto a imprimir, ya que lo que se suele hacer es dividirlo en diferentes partes imprimibles casi en la misma tanda.

Tipo de impresión

No es que sea un elemento muy importante, pero debes saber que existen las impresoras cartesianas (la base se mueve hacia adelante y hacia atrás y el cabezal de izquierda a derecha), Delta (si la base puede rotar) o Core XY (donde el cabezal se mueve en función de los ejes X e Y mientras que la cama se mueve hacia abajo).

Compatibilidad de filamentos

Por norma general, por el extrusor solo pasa un filamento de plástico, el cual se calienta levemente para crear todas y cada una de las capas. Sin embargo, hay modelos que son compatibles con varios colores o con diferentes rollos que tengas a mano (que los necesitarás).

Tipo de extrusor

Se trata de la parte encargada de recibir el material de impresión y efectuar los movimientos sobre la cama para crear todas las capas del objeto. Aquí nos encontramos con dos modelos siendo el directo uno de los más comunes ya que el mecanismo está en el propio cabezal. Tiene una alta compatibilidad con los filamentos con los que puedes trabajar. Tiene una pega y es que utilizauna cadena dentada para mover el cabezal, el cual puede desgastarse con el tiempo.

El otro tiene nombre propio, Bowden, cuyo mecanismo utiliza un cable con el mismo nombre y por el que circula el filamento hasta la boquilla. Esto permite que el cabezal sea muy ligero, lo que se traduce en velocidades más altas a menos que busques mucha definición. Será entonces cuando debas tener cierta paciencia ya que los movimientos serán más lentos y las retracciones más largas.

Al final del extrusor tienes lo que puedes escuchar como nozzle o boquilla, que es el elemento por el que sale el plástico. Por defecto, todos tienen un diámetro de 0,4 milímetros, pero por suerte puedes intercambiarlos para conseguir más o menos grosor. Eso sí, ten en cuenta que cuanto más grande sea el diámetro, más amplias serán las capas y más rápida será la máquina pero perderás definición.

El mejor software

Por supuesto, ningún hardware se entiende sin un software. Por supuesto, un software para modelar es importante, pero hay un tipo de programa concreto que debes tener si o si que es un laminador y el mejor en este campo se llama Cura. Al menos es la más conocida, ya que cada compañía tiene el suyo y tal vez te convenga echarle un ojo.

cura

¿Pero por qué es tan importante? Lo cierto es que sin un laminador o slider la máquina no tendrá dirección ninguna para empezar a construir. El software se encarga no solo de dividir el modelo en diferentes capas, si no que es el que le dice a la máquina cómo moverse, la velocidad a la que se mueve, la densidad de cada capa y la cantidad estimada de material que se necesitará.

No te preocupes si no sabes, son programas que son muy intuitivos y que se tarda poco en usar. Ahora bien, ten en cuenta que necesitas archivos con extensiones como M3F o STL para empezar a funcionar.

No todos los rollos de plástico son iguales

Seguro que habrás visto en redes sociales videos de gente que es capaz de hacer rollos de plástico con el que se obtiene de botellas vacías u otros elementos para reciclarlos. Pero tenemos que romper un mito y es que no todos los plásticos sirven. Y no te creas que esto es algo exclusivo de las impresoras 3D, ya que las normales imprimirán de manera distinta al papel fotográfico que al normal o uno de pegatinas.

rollo pla

Ahora que ya estás más concienciado de esto, te vamos a dar una buena noticia y es que el estándar es el ácido poliácido o PLA que es lo mismo. Este lo encontrarás en bobinas de 1,75 milímetros y cuanto mejor sea la calidad mejor quedará el objeto a imprimir. También lo tienes en diferentes colores, algo que exigirá también de atención ya que no todos los pigmentos tienen la misma configuración a la hora de imprimir.

Pulir piezas y tratamiento posterior

Llegados a este punto hay una cosa que debes tener en cuenta y es que la impresora no lo hace todo. Nos explicamos: Todos los procesos anteriores sirven para un único fin que es el de dar vida a tus proyectos, pero hay un proceso que pocos te cuentan que es el de pulir los objetos que acaban de salir de la impresora.

Y es que verás que el proyecto, por muy definido que esté, todavía tiene las marcas de las capas que ha hecho el aparato para construir. Y no solo es una cuestión estética, también es algo práctico, ya que si no pules tus objetos estos no podrán unirse si es que se componen de varias piezas como muchos usuarios hacen.

Lo primero que necesitas son unas tijeras para quitar el exceso de plástico utilizado para crear la pieza. Son muy sencillas de encontrar y con ellas harás un corte de precisión para quitar gran parte de los elementos que no necesita la pieza.Pero esto no acaba aquí, tendrás que dedicarle un tiempo a eliminar las imperfecciones de cada pieza con una lija, preferiblemente fina para no eliminar partes de cada elemento.

Este no es el único método, ya que hay verdaderos manitas que son capaces de crear una estación de pulido con un recipiente de plástico, un ventilador y una pequeña porción de acetona. El resultado es increible si se hace correctamente y tienes paciencia ya que obtendrás una pieza lisa y brillate en su superficie.

Después, podrás hacer todo lo que quieras, desde proceder al montaje del elemento impreso, así como pintarlo a tu gusto. Si es tu caso, te recomendamos dar una primera capa de imprimación y luego aplicar el color elegido, ya sea con spray u otro tipo de material.

Algunos consejos extra antes de ponerte a imprimir

Estos consejos para empezar a imprimir en 3D son esenciales para cualquier persona que se inicia en este mundo. Sin embargo, no son los únicos que debes tener en cuenta, ya que este mundo se basa en una máxima que es el ensayo y error. Estos aparatos son más delicados de lo que parecen y, como te hemos contado durante todo el artículo, cualquier cosa que cambie requiere de una revisión para que el resultado sea el esperado.

Dicho esto, antes de cada impresión debes hacer dos cosas:

  • Tener limpio el extrusor así como la cama de trabajo para evitar que los restos de una impresión anterior generen errores en el resultado final
  • Configurar correctamente el hardware antes de cada impresión, y esto es importante ya que de esa manera te asegurarás de que cada capa se imprime correctamente sin espacios vacíos o formas extrañas. Para conseguirlo, lo mejor es imprimir siempre una pqueña capa de prueba y ver el resultado antes de empezar a gastar tus recursos. Sabrás que es bueno si la pieza no presenta huecos o no se notan los trazos del cabezal.
  • No te fíes de la calibración automática. Y esto es fundamental, ya que es muy títpico caer en el error de pulsar en el ajuste automático y empezar a imprimir. Aquí tendrás que ver si la distancia entre el extrusor y la cama es correcta, algo que puedes saber si colocas una hoja de papel y compruebas el si cablezal toca levemente la hoja. En caso de que no puedas colocar el papel o se rompa en el proceso tendrás que nivelarlo tú mismo. Esto ayudará a evitar porblemas con la precisión (la underextrusion) o con la aparición de capas más gruesas o con burbujas (la overextrusion)
  • Ten mucha paciencia ya que no es ‘una ciencia exacta’. Por un lado, la impresora tardará más o menos dependiendo del objeto o piezas colocadas. Además, tendrás que enfrentar a constantes errores que te tocará solventar incluso si has construido esa pieza en el pasado.

Ahora que ya sabes todo lo básico que necesitas para empezar a imprimr en 3D, solo hay una cosa que necesitas y es dedicarle mucho tiempo y prácticar para hacer todo tipo de proyectos personales. Cada uno tiene su dificultad, pero cuantos mas construyas seguro obtendrás más experiencia para convertirte en todo un experto.

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