La cultura de los videojuegos es, en general, muy masculina, y como tal se refleja en el cine y la televisión. Si vemos a algún personaje jugando, casi siempre es un hombre, y tanto joven como ya más maduro. A Frank Underwood nos lo enseñan en ‘House of Cards’ pegado a la consola al final del día, para liberar tensiones, bastante a menudo, pero es más difícil que veamos a, por ejemplo, Olivia Pope haciendo lo mismo en ‘Scandal’.
El factor de dificultad se eleva hasta límites insospechados si de lo que hablamos es de madres gamers. Aquí, lo más común es nos encontremos historias de padres preocupados porque su hijo se pasa el día enganchado a un RPG online, y lo raro es que veamos, por ejemplo, a las madres jugando con sus hijos. En el cine y la televisión, no obstante, a veces pueden verse cuatro tipos de progenitoras con diferentes actitudes hacia los videojuegos.
Marge, la anti-gaming conversa
El perfil más habitual de las madres ante los videojuegos es el del rechazo. Es decir, que para el próximo Día de la Madre haríamos mejor en regalarles una Yoga Tablet 2 Pro, para que proyectaran películas en el salón, que una consola. Sin embargo, a veces, esas madres que rechazaban los videojuegos, sobre todo por desconocimiento, acaban irremediablemente enganchadas a ellos cuando los prueban. Y hasta se los llevan a su terreno, como hace Marge Simpson.
‘Los Simpson’, en sus más de dos décadas en emisión, han hecho chistes con todo lo ha habido y por haber, y eso incluye también World of Warcraft. En la decimoséptima temporada de la serie, descubrimos que Marge no tiene ni siquiera dirección de e-mail, pero es entrar en un RPG multijugador online de ese estilo, y echar a la bronca a su hijo por convertirse en el gran villano del juego, redecorar los castillos como más le gusta y hasta asumir ella misma ese papel de malvada.
Lorelai, la madre enrollada
No siempre vamos a encontrarnos a una madre que esté constantemente encima de sus hijos para que estudien y no pierdan el tiempo pegados al televisor jugando al FIFA 15. También existe Lorelai Gilmore, protagonista junto con su hija adolescente Rory de ‘Las chicas Gilmore’, que aunque no sea una gamer, entra más dentro del arquetipo de “madre enrollada”. ¿Por qué? Porque deja a su hija suficiente campo libre como para que sea responsable con su tiempo.
Eso sí, aunque Lorelai no esté enganchada a los videojuegos (si bien es probable que mate el tiempo en el Dragonfly Inn jugando al Candy Crush), su perdición es la televisión y la comida basura. Si cambiáramos ‘The Donna Reed Show’, que es su programa favorito para esas sesiones de sofá, por Call of Duty, por ejemplo, sería una madre gamer totalmente entregada.
Alicia, la novata
Como decíamos al principio, a Frank Underwood es normal verlo utilizando su consola para desestresarse al final del día, que es más o menos lo mismo que hace Alicia Florrick en la sexta temporada de ‘The Good Wife’ cuando tiene que quedarse en casa esperando unos resultados electorales. Alicia es la típica madre no demasiado hábil con la tecnología, así que introducirla en Halo y en su modo online es para ella una aventura.
Esta serie, de todos modos, ha destacado en varias ocasiones por su retrato de la importancia de Internet y la conexión total del mundo moderno en nuestras vidas, especialmente si los protagonistas se dedican a algún tipo de trabajo bastante público. Su tratamiento de cómo las redes sociales influyen en la política es uno de sus aspectos más interesantes, y es habitual que sus abogados protagonistas tengan casos relacionados con la tecnología.
Clara, la gamer profesional
De todos modos, no todo van a ser madres que creen que los videojuegos son lo peor ha podido pasarle a la sociedad, u otras para las que cualquier cosa relacionada con la tecnología suena a sánscrito. También hay gamers de verdad, profesionales de los juegos de rol multijugador que los utilizan para evadirse un poco de sus hijos pesados. Una de ellas es Clara Beane, que forma parte del grupo de jugadores a un MMORPG que centra ‘The Guild’.
Clara es la maga de hielo del grupo y es toda una experta en el juego, pero un poco irresponsable en su vida. La comedia, creada por Felicia Day y distribuida sólo a través de Internet, está basada en sus propias experiencias como jugadora de World of Warcraft, y muestra la relación entre el grupo de jugadores que forma esa guild, ese grupo de compañeros. A Clara, por ejemplo, se le podría regalar el Yoga 3 Pro, y le sacaría más partido para estar conectada constantemente con sus amigos.