Si eres usuario de un PC sabrás que cada cierto tiempo tienes que apagar tu máquina. El proceso seguro que ya te lo conoces, más allá de pulsar un simple botón con el que directamente apagas el ordenador de una vez por todas. De hecho, esto tiene diferentes opciones que es mejor que conozcas porque pueden ayudarte a no perder tu trabajo y todo gracias a las opciones de hibernar o suspender.
Estas dos opciones no son nuevas en Windows 11, pero nunca viene mal repasar algunos conceptos básicos del sistema operativo. Y es que estas dos opciones de apagado o suspensión del dispositivo son de vital importancia para todo usuario que estrena o su nuevo dispositivo.
¿Hibernar o suspender? esa es la cuestión
Como decíamos al principio, para muchas personas solo hay dos formas de dejar el ordenador fuera del horario de trabajo o incluso después de jugar. El aparato debe quedarse inactivo de alguna manera y la más común de todas es la de apagarlo. Ya sabes de sobra dónde está el botón, y no, no nos referimos al físico de la torre o el portátil que tiene como objetivo apagarlo de una vez por todas y sin paños calientes. Nos referimos al proceso de pulsar el botón de Windows y en el pulsador virtual que te da las diferentes opciones a la hora de cerrar el aparato.
Pero junto a esta opción verás dos más: la de reiniciar, que hace su labor de iniciar el proceso de apagado y volver a arrancar automáticamente el equipo, y el de suspender, que lo que hace es poner el dispositivo en modo de espera hasta que tú decidas reactivarlo con movimiento del ratón, levantando la tapa del portátil o pulsando cualquier otra tecla del hardware.
Pero si pensabas que solo tenías estas opciones, existe una cuarta que es la de hibernar. La función que tiene esta opción de apagado es la de guardar todo lo que estabas haciendo y mantener el ordenador en un modo de suspensión mucho más largo que el de suspender.
Entonces ¿qué diferencia hay entre hibernar o suspender el ordenador?
Si con lo que te hemos contado hasta ahora no te ha quedado claro, toca ponerse un poco más técnicos con el asunto. Y es que, como te hemos dicho desde el principio y ya has visto por definición, hibernar y suspender son cosas muy distintas, aunque hacen prácticamente lo mismo. La diferencia es en el tipo de suspensión en la que dejas el equipo y en cómo trata este la información que tienes guardad.
Para empezar, Suspender tu ordenador pone tu ordenador en un modo de consumo de energía mínimo y lo que hace es mantener lo justo para seguir funcionando y dejar tu sesión como la dejaste. En este sentido, solo utiliza la memoria RAM para almacenar el estado actual del ordenador. Por ese motivo, cuando reactivas tu máquina, recuperas la sesión tal y como la dejaste, con tus programas abiertos, sin ninguna novedad y las pestañas de tu navegador como si nunca te hubieras ido.
Todo esto suena muy bien, lo mismo que te va a sonar cuando te hablemos de lo que supone hibernar. En este sentido, debes tener en cuenta la utilización de otra parte del ordenador. Y es que la hibernación hace un proceso similar pero utilizando el espacio de tu dispositivo. Ocupando algunos gigas, tu sesión quedará protegida durante más tiempo, aunque debes tener en cuenta que el ordenador tardará en arrancar algo más de tiempo que si lo hicieras desde la suspensión. Esto dependerá única y exclusivamente de la cantidad de sesiones que tengas abiertas en tu ordenador, lo que hará que ocupe más o menos espacio.
Pero ¿dónde está la función de hibernar?
Puede que en algún momento en que quieras encontrar la opción de hibernar y sentimos decirte que ni en Windows 11 ni 10 tendrás a mano la función que estás buscando. Y sí, existe, pero tienes que activarla de una manera que te vamos a explicar ahora:
- Ve al buscador de Windows
- Busca el Panel de control
- Selecciona iconos pequeños
- Elige Opciones de energía
- Ve a comportamiento de apagado y encendido
- Selecciona la opción de Hibernar que estará sin selección
Desde ahora en adelante tendrás la opción activa desde el botón de Windows desde el que normalmente tendrás acceso a todas las opciones de apagado clásicas
La diferencia depende del espacio que tengas en tu ordenador
Pues si, algo tan fácil como esto es lo que debes tener en cuenta cuando se trata de hibernar o suspender el ordenador. Si tienes espacio en el disco duro puedes optar a la opción de hibernación, mientras que si no quieres gastar ese espacio (que luego recuperas) lo mejor es quedarte con la opción del suspenso. Eso sí, ten en cuenta que la máquina seguirá funcionando aunque sea en un modo ahorro en ambos casos.
Ahora es decisión tuya seleccionar la mejor opción para guardar tus datos y seguir funcionando después con los archivos que has dejado para seguir trabajando cuando tú quieras, pero no descuides el espacio libre disponible de tu disco duro o de lo contrario no te quedará más remedio que utilizar la opción de suspenso o, en su defecto, apagarlo directamente. Esta es la opción que menos te puede gustar, pero al final es la que me
