El concepto de batería que dura todo un día es para muchos una odisea. Y es que dependiendo del uso que le estés dando a tu teléfono móvil esta tardará más o menos en descargarse. Por este motivo te encontrarás en situaciones en las que no hay más remedio que cargar tu teléfono en un enchufe de público, algo con lo que tienes que tener mucho cuidado como vas a ver a continuación.
Aunque la propuesta de tener una toma de electricidad cerca es más que tentadora para ganar algo más de autonomía coma nuestra recomendación es que evites en la medida de lo posible el uso de estos puntos de energía a los que cualquier persona tiene acceso.
Por qué no es una buena idea cargar tu móvil fuera de casa
Los despistes ocurren en el día a día. Puede pasarte que no hayas cargado el móvil durante la noche y te despiertes con un 12% de la autonomía de tu dispositivo disponible. También te puede pasar todo lo contrario que empieces el día con el 100% de la batería y llegues a las cinco de la tarde con un 10%. Estas y otras muchas historias puede que te suenen y, en algunos casos, te has visto en la tesitura de cargar tu móvil en un enchufe público.
Cada vez hay más, pero lo cierto es que no es la mejor de las ideas a menos que se trate de una necesidad imperiosa. En caso de que dispongas de tu cargador y una toma de corriente, lo mejor es utilizar este método y evitar esos puntos donde solo necesitas el cable USB para que tu terminal reciba energía. De lo contrario, puedes ser víctima del llamado Juice Jacking.
¿Qué es el Juice Jacking?
Siempre intentamos mantenerte al día de todas las novedades que hay en ciberseguridad para que seas consciente de qué pasa en el ciberespacio y cómo afecta a tu vida cotidiana. Y el que te vamos a presentar a continuación es bastante molesto, sobre todo porque se aprovecha de una necesidad que es la de cargar tu teléfono en un enchufe desconocido.
Aquí es donde tenemos que prevenirte del llamado Juice Jacking, una forma de hackear tu móvil aprovechándose de lo que aparentemente es un inofensivo punto de carga. Como bien sabrás, los cables USB incluidos con tu teléfono suelen ser de datos y energía, por lo que dependiendo del aparato conectado podrá usar el modo de transferencia de energía o datos y energía al mismo tiempo.
El problema es que los malhechores aprovechan esos puertos públicos con el fin de infectar los móviles conectados con malware. Lo peor de todo es que durante el tiempo en que estás cargando tu teléfono, alguien puede estar robando tus datos sin que lo sepas. Y esto no es lo único que te puede pasar, ya que hay un problema adherido que es el Video Jacking. Este consiste en realizar una grabación de la pantalla de todo el contenido que tienes almacenado, por lo que también puedes estar ofreciendo datos de acceso a un malhechor sin que lo sepas.
Así puedes evitar los problemas en los cargadores públicos
Como puedes ver son muchos los riesgos que tiene cargar tu móvil en un enchufe público, especialmente si lo haces única y exclusivamente conectando el puerto USB. Por suerte, tenemos dos recomendaciones que seguramente te salven de problemas de este estilo en el futuro, uno en el que te veas en la tesitura de utilizarlos porque no queda más remedio.
Evitando la posibilidad de llegar a casa, lo mejor es que lleves contigo un cable de carga USB. Pero no uno cualquiera, sino uno de solo carga. En las tiendas de electrónica encontrarás dos tipos de cable para que tu teléfono reciba energía o también transfiera datos. Por eso es importante que en este caso el cable no tenga capacidad de enviar ningún tipo de archivo ni conexión con la que un tercero pueda robarte los datos sin que lo sepas.
La otra opción es más que conocida y muy extendida entre los usuarios, que es la de llevar contigo una batería portátil. Por suerte, en los últimos años hay fabricantes que han sido muy generosos con este tipo de artículos, dotándolos de una capacidad que puede incluso duplicar el de las pilas que llevan muchos smartphones. Y no solo eso tendrás toda confianza de utilizar un dispositivo que conoces y sabes dónde y cómo ha sido cargado, también tendrás muchas y mejores capacidades dependiendo del modelo. Hablamos de características como la carga por inducción o la carga rápida en la medida de lo posible, por no hablar de que puedes compartir la energía con otras personas que también la necesiten si tienen varios puertos.
Puedes pensar que si la batería tampoco tiene carga no tendrás más remedio que enchufar el cable directamente al terminal público, pero hay una ‘variante’. Esta no es otra que la de usar la powerbank como puente para transferir la energía a tu teléfono, ya que el cable que cualquiera puede utilizar solo será capaz de leer que se está conectando a un dispositivo de almacenamiento de energía y no a un teléfono móvil como le gustaría a cualquier hacker.
La última opción que tienes depende de un factor muy concreto que solo algunos teléfonos tienen y es la de que otra persona te preste la energía de su móvil. Esto se consigue gracias a lo que se conoce como carga invertida, que permite que un teléfono envíe energía a otro mediante su sistema de inducción. Por supuesto, esto será posible siempre y cuando haya alguien con un terminal compatible y tenga suficiente batería como para ofrecerte un pequeño porcentaje para que puedas utilizar el tuyo en pocos minutos.
Por lo tanto, el mejor consejo que te podemos ofrecer en estos casos no es otro que el de tener contigo un accesorio que te provea de energía en el momento en que tú quieras en vez de depender de esos elementos que están a tu alrededor y que, aunque parezcan inofensivos, pueden provocar cualquier tipo de estragos en tu propio teléfono. Así que desconfía de esos puertos externos que lo único que te van a dar son problemas con los que tal vez no puedas lidiar. La otra opción es que no uses tanto el teléfono fuera de casa con el fin de que te dure la batería más tiempo, por lo que no usar aplicaciones que te mantengan pendiente de la pantalla es clave para lograr este objetivo.