Cuando se te estropea cualquier aparato llegan las dudas de lo que pasa después, siendo la primera de ellas la del estado de la garantía y que esta cubra el problema. Por supuesto, debes ser cuidadoso con dichos aparatos para que te duren lo máximo posible. Esto es o que parece que está buscando Europa cuando habla de ampliar su nueva ley de derecho a reparar.
Si, este derecho existe y es el que permite que las empresas tengan unos mínimos a la hora de ofrecer al consumidor una serie de garantías en lo que a funcionamiento del un dispositivo se refiere.
Una extensión de 12 meses después de la reparación
Es posible que te haya tocado llamar al servicio técnico en algún momento y solicitar la reparación de algún aparato de tu casa. Esto ocurre día si día también, aunque reconocemos que es un fastidio prescindir de un aparato durante una temporada hasta que recibes tu unidad reparada o la compañía te ofrece otra para reponer la que se ha estropeado por una u otra razón.
Sin embargo, en Europa han decidido ampliar sus leyes de reparación. Es importante acordarse de que todos los fabricantes están obligados a ofrecer un total de dos años de garantía en sus productos, pero ahora se podría extender un año más después de que el producto haya sido reparado durante el periodo de garantía.
Más información importante para los usuarios y más beneficios para quienes reparan
Pero esto no acaba aquí, el Consejo Europeo ha puesto en valor una serie de puntos que todavía tienen que ser aprobados pero que traerán grandes beneficios para los usuarios. Para empezar, los fabricantes deberán poner de forma detallada los precios de sus piezas en las páginas web y distribuirlas a las compañías de reparación por un precio que sea razonable.
Esto hace que el proceso de reparación sea mucho más transparente de cara a usuarios y profesionales del sector de la reparación, pero estos últimos tendrían una nueva e interesante ventaja de cara al futuro. Y es que el acuerdo aprueba que las compañías de reparación hagan sus propias piezas en 3D al mismo tiempo que se les permite usar piezas de segunda mano para sus reparaciones. También estos comercios tendrán un formulario de reparación estándar para informe al usuario del tipo de arreglo a realizar, lo que no impedirá que te cobren por el diagnóstico.
Y por si fuera poco, la Unión Europea no se ha quedado corta a la hora de ofrecer más opciones al consumidor, en los que es la propia persona la que puede decidir si el producto en garantía se repara o si, por el contrario, pide un reemplazo por otro nuevo.
De momento, estaremos a la espera de cómo queda el nuevo texto después de una votación, ya que puede que no todas las empresas estén de acuerdo con estas medidas. Especialmente, la más preocupante puede ser la que se trata de las piezas impresas en 3D, por no hablar de tener piezas de segunda mano para arreglar otros dispositivos nuevos. Quedaremos a la espera de lo que se cuente en las próximas reuniones.