¿Alguna vez te has encontrado con las siglas LLM y no has sabido exactamente a qué hacía referencia? Pese a que su impacto es clave para el funcionamiento de una gran cantidad de tecnologías, la realidad es que es normal que causen cierta confusión. En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber.
Durante los últimos meses, hemos sigo testigos de lujo de cómo tecnologías como la Inteligencia Artificial se han convertido en imprescindibles para nuestro día a día. Cada vez son más las aplicaciones y los profesionales que hacen uso de ellas para llevar a cabo todo tipo de trabajos. Sin embargo, no siempre tenemos bien definido cuál es exactamente su funcionamiento. Una de las vertientes de las que depende la IA es de los modelos de lenguajes, también conocidos como LLM.
Se trata de una serie de modelos que cuentan con la particularidad de poder procesar y generar todo tipo de texto. Este es el motivo por el que se han convertido en un hito clave en la intersección entre la tecnología y los sistemas de información. Y es que la complejidad y el potencial de los LLM son tales que su comprensión y aplicación requieren un análisis detallado de sus fundamentos y sus usos.
Principales usos del LLM
Identificar un uso único de los LLM resulta especialmente complicado. Más aún si tenemos en cuenta la gran cantidad de aplicaciones que nos ofrece. Motivo por el cual sus límites todavía no son conocidos. Sin embargo, sí que podemos afirmar que se trata de un tipo de herramienta muy versátil que tiene una gran cantidad de aplicaciones. Entre ellas, por ejemplo, la interpretación del lenguaje humano o la traducción del mismo a todo tipo de idiomas. Convirtiéndose en uno de los motores de la IA generativa tal y como la conocemos.
La capacidad que nos ofrece para poder entender, analizar y ejecutar grandes conjuntos de datos y aprender de ellos facilita que estos modelos se consoliden como herramientas clave en todo tipo de campos de trabajo, con diferentes apps en cada uno de ellos. La versatilidad y el potencial de los LLM, dos de sus principales señas de identidad, los convierten en uno de los grandes hitos de la innovación tecnológica.
Algunos conceptos clave
- Aprendizaje automático: El primer concepto que tenemos que tener en cuenta cuando hacemos referencia a los LLM es el término de aprendizaje automático. Y es que en torno a este concepto se fundamenta todo su funcionamiento. Basados en el aprendizaje automático, nos encontramos ante una rama de la IA que implica entrenar programas informáticos para poder realizar todo tipos de tareas sin que intervengan las personas. Los modelos logran reconocer todo tipo de distinciones complejas en los datos. Las respuestas que ofrecen no son estáticas, sino que van aprendiendo y van evolucionando.
- Redes neuronales: Además, también interviene un segundo concepto clave, el de redes neuronales. Se trata de una serie de redes cuyo diseño se inspira en el sistema neuronal de las personas. A través de una estructura de nodos interconectados entre sí, se va intercambiando la información. De este modo, la interpretación del lenguaje resulta mucho más sencilla.
Sus ventajas
Como ya hemos podido comprobar a lo largo del presente artículo, los modelos de lenguaje nos permiten interpretar una gran cantidad de datos sin que tenga que intervenir el ser humano. Además, gracias a que las respuestas que ofrece son dinámicas, siempre va ofreciéndonos información más correcta y adaptada. Una de las principales ventajas de los LLM es su capacidad para responder a consultas que no son predecibles, siempre con un lenguaje natural.
La principal diferencia con los sistemas informáticos de corte tradicional, es que en este caso no necesitamos de entradas de datos estructuradas. Sino que es posible interpretar y responder preguntas de manera inteligente, adaptadas en un contexto específico.
