Cuando una saga de películas o videojuegos tiene mucha fama no se suelen tener un orden histórico completo. No hay más que ver el universo Marvel, donde cada película ha sido dedicada a un super héroe, pero todas tienen algo que se enlaza de manera lógica con otra. Y esto es lo mismo que ha pasado en una de las franquicias más queridas de Ubisoft, por lo que te vamos a hablar de cuál sería el orden histórico para jugar a Assassins Creed.
A estas alturas son pocos los que conocen esta saga de juegos en las que siempre ha tenido como centro el conflicto secreto entre Asesinos y Templarios. Unos quieren controlar todo el poder y otros evitarlo para preservar el libre albedrío. Sin embargo, estas órdenes han cambiado mucho a lo largo del tiempo, por lo que si quieres entender el origen de esta rivalidad lo mejor es jugarlos en orden cronológico.
Assassin’s Creed en orden cronológico
La saga Assassin’s Creed lleva muchos años entre nosotros, concretamente 16 años. En todo este tiempo ha sido capaz de cerrar una historia propia y de mantenerse a flote con todos y cada uno de los juegos ambientados en una época histórica concreta.
Y lo mejor de todo es eso, que con cada edición ha habido alguna mejora o algún cambio que hace que la fórmula no sea exactamente la misma ya que ha pasado de un mundo abierto a tener toques de rol e incluso mostrarse en un formato de scroll lateral.
Para los más puristas, seguir el orden numérico es importante para entender la historia de Desmond Miles, aunque los que quieran saber los orígenes de la Orden de los Asesinos y otros temas interesantes tal vez lo mejor sea jugarlos en orden cronológico. De ser así los tendrías que jugar de esta manera:
- Assassin’s Creed Odyssey (431 a.c/Guerra del Peloponeso)
- Assassin’s Creed Origins (49 a.C/antiguo Egipto)
- Assassin’s Creed Valhalla (Edad Media/Gran Bretaña)
- Assassin’s Creed (Edad Media/Guerra Santa)
- Assassin’s Creed II (Renacimiento/Italia)
- Assassin’s Creed: La Hermandad (Renacimiento/Italia)
- Assassin’s Creed Revelations (Constantinopla/Época otomana)
- Assassin’s Creed Chronicles: China (SXVI/China)
- Assassin’s Creed IV: Black Flag (1715/Caribe)
- Assassin’s Creed: Rogue (Guerra de los Siete años)
- Assassin’s Creed III (Guerra de secesión Americana/ EEUU)
- Assassin’s Creed: Unity (Revolución Francesa/Francia)
- Assassin’s Creed Chronicles: India (1841/india)
- Assassin’s Creed: Syndicate (Revolución Industrial/ Gran Bretaña)
- Assassin’s Creed Chronicles: Russia (Revolución Rusa/Rusia)
Si eres seguidor fiel de la saga, sabrás que los tres primeros son de los más nuevos. Y todo tiene un por qué. La historia de Desmond Miles empieza en el primer AC, el de la Guerra Santa, cuando Ubisoft asentó las ideas del Ánimus (una máquina para volver al pasado a través de los genes de una persona, y el efecto sangrado, que es la capacidad de recuperar habilidades de tus antecesores en el presente, además de la rivalidad en las sombras de ambos grupos.
Este joven sirvió de enlace durante los primeros años de la franquicia hasta que con la llegada de Assassin’s Creed 3 Ubisoft decidió prescindir del personaje, dándole un gran final. Después llegó Black Flag en el que veíamos que el presente era el jugador el protagonista. Más tarde se lanzaron la serie Chronicles y después de Syndicate el protagonismo se centró en la Orden de los Asesinos para entender su origen y el inicio de la Primera civilización.
¿Y dónde queda Assassin’s Creed: Mirage?
Por supuesto, todo esto viene a razón de la llegada del nuevo título de la serie Assassin’s Creed: Mirage. El juego nos llevará a la edad dorada de Bagdad en el sIX, concretamente en el año 861. Por lo tanto, su orden estaría unos pocos años antes que Assasin’s Creed: Valhalla que es en el 872. Curiosamente, el protagonista de este nuevo título es Basim Ibn Ishaq, quien hizo su primera aparición en el juego de la época vikinga y en el que ahora veremos cómo va de ser un ladrón callejero a uno de los Asesinos más importantes de la historia.