Los ordenadores pensados para el gaming se componen de variados elementos y componentes capaces de crear un ambiente idóneo para disfrutar al máximo los juegos: procesadores y gráficas de infarto, monitores de altísima tasa de refresco y resolución, teclados mecánicos y ratones personalizables…
Pero hay otros elementos que, de entrada, pueden parecer poco importantes y son capaces de cambiar la forma de usar un ordenador a cualquiera que los pruebe: es el caso de las alfombrillas de ratón, tan variadas como cruciales para una experiencia definitiva a la hora de jugar o trabajar.
La importancia de usar la alfombrilla correcta
En los años de los ratones con bola, podíamos optar por no usar alfombrilla o por usar la más sencilla posible: la clave de su funcionamiento estaba en la fricción que la bola ejercía sobre la superficie que se posara.
Por suerte, esa época quedó atrás hace mucho, ya no es necesario limpiar la bola del ratón cada pocas semanas o sufrir el engorro de sus abultados tamaños y pesos: los ratones ópticos se impusieron rápidamente y con calidad, como el ratón M800, de la serie Y, la línea de gaming de Lenovo.
Estos ratones sí que precisan el uso de una alfombrilla, ya que el haz de luz que emiten para poder funcionar necesitan, por lo general, una superficie lo más uniforme y reflectante posible para funcionar.
Muchos usuarios no conocen más modelos de alfombrilla que la típica alfombrilla de tela negra que podemos encontrar en cualquier tienda, la más asequible, pero resulta que hay un mundo de materiales y alfombrillas realmente interesante según nuestras necesidades personales y profesionales, ya sean de precisión y comodidad para disfrutar de una buena partida a un shooter o poder diseñar con comodidad, pero también necesidades sonoras, fisiológicas e incluso térmicas.
Los materiales de las alfombrillas: Cómo saber escoger la más adecuada
Las alfombrillas de ratón más conocidas son las fabricadas con tela: son baratas, simples y cómodas, pero no por ello son las mejores. Existen también alfombrillas fabricadas en plástico, en aluminio e incluso en cristal.
El precio, como es lógico, varía en función de la calidad de cada material y de las comodidades que ofrezca al usuario, pero es cierto que cada tipo, independientemente de su precio, ofrece unas cualidades únicas y unas desventajas propias que los otros no tienen.
Alfombrillas de tela
Las alfombrillas más usadas y conocidas, como decimos, son las de tela. Generalmente también son las más económicas, pero existen modelos con mejor diseño que se fabrican mezclando varios componentes como silicona o goma en su parte posterior para un mejor agarre. Lenovo cuenta con su propio modelo, denominado Gaming Mouse Mat, perteneciente a su línea de gaming Lenovo Y, un ejemplo de alfombrilla de tela de gran calidad, pensada para un deslizamiento rápido y una durabilidad larga.
Las alfombrillas de tela tienen fama de sufrir un deterioro más intenso que cualquier alfombrilla de otro material, también aportan peor velocidad de desplazamiento, aunque son ideales para no hacer ruido o aguantando los cambios de temperatura. Eso sí, si tenemos manos sudorosas son una opción bastante incómoda, ya que el sudor o el agua (cuidado al lavarlas) pueden hacer que se deterioren aún más rápido.
Alfombrillas de plástico
Otro tipo de alfombrillas son las de plástico, quizá las más equilibradas, ya que cuentan con un mejor deslizamiento, un buen nivel de temperatura, una durabilidad muy buena y un nivel de ruido bajo al desplazar el ratón sobre ella.
Posiblemente la única pega que se le puede poner a este tipo de alfombrillas, es que con el paso del tiempo, con la presión que ejerzamos mayormente en el centro de la misma, podremos ver como el centro se desgastarán más y la velocidad de deslizamiento se verá afectada.
Alfombrillas de aluminio
Llegamos a un tipo de alfombrilla mucho más interesantes para cualquier gamer o amante de la precisión: las de aluminio. Son mucho mejores a la hora de permitir un deslizamiento veloz del ratón, y también mucho más duraderas y resistentes.
En contra, encontramos un nivel de ruido mucho mayor al usarlas (sobre todo durante la noche) y mucho más frías si las usamos en invierno. También se suele decir que son peores para los surfers (esas zonas inferiores del ratón recubiertas de plástico o teflón que sirven como puntos de fricción), ya que los desgastan muy rápido. Es importante hacerse con una alfombrilla de aluminio realmente fino para evitar esto.
Alfombrillas de cristal
Las alfombrillas fabricadas en cristal son las más peculiares: no son muy comunes, pero sí que son muy interesantes para los amantes de la perfección: son extremadamente duraderas (aunque son frágiles, como todos los cristales) y permiten un deslizamiento súper veloz sobre ellas.
En el aspecto negativo, estas alfombrillas destacan por ser muy pesadas, bastante ruidosas, frías en invierno y no todas son compatibles con todos los ratones ópticos o de láser, es más, cada fabricante de alfombrillas suele incluir una lista de “ratones compatibles”.
¿Cómo afecta realmente el uso de las alfombrillas para ratón?
Se han realizado numerosos estudios enfocados a obtener resultados que determinen en qué nivel repercute el uso de una u otra alfombrilla a cada usuario, e incluso la ausencia de ellas.
En general, y tras realizar unas pruebas exhaustivas entre un numeroso grupo de usuarios que probaban las distintas alfombrillas existentes, el resultado general dejó claro que las diferencias entre usar una u otra alfombrilla se debían a la costumbre más que al formato de cada alfombrilla.
Se realizaron pruebas previas, en la que todos usaban el ratón sin ninguna alfombrilla, y luego se realizaron pruebas posteriores, ya cada una con la alfombrilla. El resultado más notorio fue un leve retardo de tiempo por parte de todos los participantes a la hora de usar el ratón sin alfombrillas, y un menor tiempo con ellas, algo que se entiende dado a la falta de práctica de los participantes en usar un ratón sin su alfombrilla. Resumiendo: la mejor alfombrilla será la que mejor se adapte a nuestras necesidades o gustos.