Son muchos los nombres importantes de Internet a nivel de servicios en Internet. Seguro que te sabes muchos nombres de muchos tipos, desde aplicaciones de mensajería, pasando por las redes sociales al almacenamiento en la nube. Y allá por los 2.000 había un montón de ellos que se han quedado hoy en el olvido por la presencia de grandes nombres, pero de todos ellos hay uno cuyo dueño ha sido de los más pioneros. Su nombre es Kim Schmitz o, como mejor se le conoce, Kim Dotcom, el creador de Mega.
Lo que se convirtió en su día como uno de los servicios donde más archivos se compartían en Internet paso a ser la diana de los servicios de seguridad. Y de ahí a resurgir de las cenizas a lo que hoy es otro de los servicios en la nube más interesantes del momento.
Un hombre emprendedor en Internet
Kim Schmitz es uno de esos casos de grandes empresarios de los que poco o nada se sabe de sus inicios más allá que su fecha y lugar de nacimiento, las cuales te resolvemos ya mismo: es original de Kiel, una ciudad localizada al norte de Alemania muy cercana a Dinamarca, y nació en el año 1974. Sin embargo, a sus 49 años vive lejos de su ciudad natal. De hecho, ni siquiera se ha quedado en el viejo continente ya que reside en Queenstown, Nueva Zelanda.
Su vida ha estado muy ligada al ámbito de Internet, donde ha sabido formar un imperio con algunos claroscuros. Ya hablaremos de sus desavenencias más adelante, ya que en sus inicios fue pionero en ciberseguridad con una compañía llamada Data Project. Para su desgracia fracasó, sobre todo por un anuncio de intentar reflotar LetsBuylt, una compañía que en 1999 se dedicaba al comercio minorista en algo similar a lo que era una red social, la cual acabo ascendiendo por dicho anuncio y le permitió vender sus acciones más caras que lo que ofrecía Schmitz.
Megaupload, el site de descargas favorito
Con este chasco, puede que más de uno tirase la toalla en el ámbito empresarial. Sin embargo, Kim tenía otro proyecto en manos. Después de ver el éxito que estaba obteniendo el site RapidShare, un site de almacenamiento remoto desde el que se podía compartir archivos, decidió el que sería el referente de las descargas en todo el mundo: Megaupload.
¿Qué le hizo tan interesante? Para empezar que tenía una versión gratis para subir archivos y descargarlos, pero pagando podías disponer de más velocidad para tener tus archivos donde y cuando quieras. Todo esto te sonará de servicios que ahora usa todo el mundo como Google Drive o OneDrive, por lo que podríamos considerarlo uno de los precursores de la nube. El problema llegó cuando se descubrió que muchos enlaces, por no decir la gran mayoría, contenían archivos pirateados. Juegos, álbumes enteros, películas que incluso estaban en el cine… las páginas de descargas popularizaron el servicio a gran escala por sus prestaciones, pero esto desembocó en que fuera perseguido por las autoridades por alojar contenido pirateado.
Problemas legales por piratería
Esto no impidió que Kim Dotcom amasara una gran fortuna con Megaupload y los diferentes servicios especializados que ofrecía para un tipo de archivo. Llegó hasta el punto de recibir 50 millones de visitas diarias en 2012, una cifra estratosférica entonces, lo que suponía nada menos que un más que interesante 4% del tráfico de la Red.
¿Qué fue lo que pasó? Pues que los intereses de las empresas propietarias de los archivos que circulaban por su site se alzaron contra él por no impedir su distribución. Por este motivo fue condenado por infringir los derechos de autor entre otros delitos. En ese año 2012 ni él mismo se esperaba que en su mansión de Coastville apareciera una madrugada un complejo operativo policial con el fin de detenerle y llevarle a juicio.
Mega, el mismo enfoque pero con usuarios anónimos
Después de un año de juicios, Kim Dotcom logró recuperar algunos recursos, pero se vio obligado a cerrar Megaupload, dejando huérfanos a millones de usuarios que confiaron en el site para sus descargas. Por si fuera poco, siempre se ha declarado inocente de los cargos de los que se le ha acusado. Y lo que más llama la atención es que no se ha quedado de brazos cruzados, ya que en el plazo de un año resurgió con un nuevo servicio: Mega.
La intención era exactamente la misma de crear un servicio en la nube con el que compartir archivos con la diferencia de que los usuarios tendrían la posibilidad de compartirlos de manera anónima. El servicio sigue activo hasta nuestros días, sin la gloria de lo que fue Megaupload en su día y con varios intentos de cierre por parte de Dotcom quien, en los últimos años, no ha dejado de probar fortuna en otros ámbitos de la vida como la política o la música.
