Un lapso de tiempo o time-lapse es una serie de fotografías que muestran el paso del tiempo convirtiéndose casi en una secuencia videográfica. Vamos a ver cómo realizar un lapso de tiempo fotográfico.
Lo que necesitamos
Para realizar un time-lapse necesitamos una cámara, por supuesto, un trípode y un intervalómetro, que puede estar integrado en la cámara o en el disparador remoto.
Estableciendo el intervalo
Debemos establecer el intervalo, la frecuencia con la que se tomarán las imágenes. Éste dependerá de varias condiciones: si hay poco viento y las nubes casi no se mueven elegiremos un intervalo mayor, pero si hay mucho viento y las nubes se mueven deprisa el intervalo deberá ser menor.
Número total de disparos
El número total depende de cuánto tiempo queremos que dure nuestro time-lapse. Si partimos de una cifra estándar, nuestra película se reproducirá a 24 fps, por lo que necesitaríamos 24 fotografías por segundo. Una simple multiplicación nos dará el número de fotografías necesarias para los minutos que deseemos de película. A eso le multiplicamos el intervalo entre fotografías y nos dará como resultado el tiempo necesario para conseguir nuestro objetivo, que para unos segundos pueden ser horas de espera.
La apertura
Como en casi todos los casos podemos utilizar tanto la apertura manual como la automática. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes: la automática detectará los cambios en la iluminación. Por su parte, la apertura manual nos exigirá mayor rigor y estar atentos para compensar la exposición cuando sea necesario.
Deberemos tener en cuenta, por supuesto, que a una menor velocidad de obturación conseguiremos más luminosidad y más desenfoque en el movimiento (cuando os objetos que fotografiemos se muevan muy rápidamente). En cambio, a mayor velocidad de obturación, lo que tendremos es una imagen más oscura y menos desenfoque de movimiento.
Uso de lentes y filtros
Un consejo para conseguir unos resultados más profesionales es usar algunas lentes o filtros. Esto lo iremos consiguiendo con la práctica pero, por ejemplo, si bajamos la velocidad de obturación conseguiremos, como ya hemos dicho, un mayor efecto de desenfoque en el movimiento de los objetos, con un efecto visual más profesional. Sin embargo, esta menor velocidad de obturación trae consigo mayor luminosidad, siendo imposible grabar a la luz del día porque las imágenes nos saldrán completamente “quemadas”, sobre expuestas. Este problema lo podemos solucionar con un filtro de densidad neutra, que reducirá el exceso de luminosidad, manteniendo el deseado desenfoque.
Un último truco para los que tienen prisa
Si tenemos mucha prisa podemos “hacer trampa” y grabar un breve vídeo. Luego, en la edición lo que tendremos que hacer es acelerarlo levemente para conseguir ese efecto de time-lapse. Los resultados no serán los mismos, pero si lo hacemos con cuidado podemos tener un lapso de tiempo bastante aceptable.