Cuando hablamos de impresión 3D nos pensamos que se trata de una máquina que es capaz de fundir plástico en unos filamentos con los que puedes crear todo tipo de objetos de este material. Desde juguetes hasta ganchos donde colgar las llaves, este aparato es capaz de construir todo lo que imaginas, pero lo que no sabías es que hay máquinas de manipular diferentes materiales. Uno de ellos es el hielo, el cual se puede utilizar para crear vasos sanguíneos artificiales.
Un nuevo estudio ha demostrado que es posible usar un nuevo método para que los trasplantes de órganos funcionen mucho mejor gracias a que se pueden crear vasos sanguíneos que sean compatibles.
La forma del agua hecha gelatina
La tecnología es un elemento clave para entender la medicina moderna. No solo hablamos de que es un elemento más que importante para la investigación, también permite materializar todos los elementos que sean posible utilizar en el futuro de esta, desde nuevas aplicaciones de fármacos hasta prótesis cada vez más fuertes y livianas.
Sin embargo, para el segmento de los trasplantes hay nuevas e importantes mejoras que llegan de la mano de la impresión 3D. Pero, como te decíamos al principio, es más que probable que no supieras que es posible usar hielo para crear nuevos vasos sanguíneos con los que conectar diferentes partes del cuerpo. Desde pequeñas venas hasta arterias, esta nueva técnica promete ser un avance de los más grandes en el mundo de la medicina.
Por lo que comenta Sciene Daily, quien recoge las declaraciones del estudiante de posgrado en los laboratorios de Philip LeDuc y Burak Ozdoganlar en la Universidad Carnegie Mellon, Feimo Yang, “lo que diferencia nuestro método de otros tipos de impresión 3D es que en lugar de dejar que el agua se congele por completo mientras imprimimos, dejamos que mantenga una fase líquida en la parte superior. Este proceso continuo, que es lo que llamamos forma libre, nos ayuda para obtener una estructura muy suave.”
Dicho de otra manera, el agua es capaz de aportar formas diferentes y naturales con el fin de crear vasos sanguíneos, pero la estructura gélida es solo la base para crear esos vasos. Como te puedes imaginar, el hielo dentro del cuerpo humano se derrite y lo que han utilizado ha sido agua en estado sólido para más tarde incrustar un material llamada GeIMA endurecido con luz ultravioleta. De esta manera se pueden crear todo tipo de estructuras y filamentos por los que circulan los líquidos.
Transplantes y pruebas médicas, pero se necesita que sea un elemento que dure
No cabe duda de que disponer de una nueva forma de obtener vasos sanguíneos sintéticos es interesante para que la medicina avance. Sus aplicaciones son de lo más interesantes, desde uso en transplantes además de comprobar la compatibilidad de un fármaco al unirlo con células de un paciente.
De momento, las primeras pruebas han revelado que el uso de estos vasos sanguíneos impresos en hielo apenas duran unas semanas, pero se espera que sus efectos se prolonguen en el tiempo con más tiempo e investigación para mejorar las fórmulas.
