En plena cuarta revolución industrial, cada vez son más las empresas y los Estados que invierten enormes cantidades de dinero en el desarrollo de nuevas tecnologías que nos permiten seguir mejorando nuestra calidad de vida a la vez que reducimos la contaminación y optimizamos el uso de recursos. En este post, vamos a ver el último gran avance científico, un material que puede cambiar el mundo entero.
Un material hipereficiente
El descubrimiento de este nuevo material no se ha producido de la noche a la mañana, sino que parte de un estudio anterior, liderado por el profesor Dias y su equipo, cuyos resultados recibieron muchas críticas por parte de la comunidad científica, por la falta de pruebas que confirmasen la posibilidad de desarrollo de este nuevo componente. A pesar de ello, el grupo de trabajo, siguió avanzando en su línea de investigación, mejorando sus estudios y desarrollando nuevas pruebas fuera del laboratorio, en condiciones reales, obteniendo resultados sorprendentes a partir de sus planteamientos iniciales.
El hallazgo de este resultado es un terremoto desde un punto de vista científico, ya que esta línea de investigación no está llevada a cabo por grupo aislado de científicos, sino que es un descubrimiento que numerosos países y empresas han intentado desarrollar durante más de un siglo y, parece que, finalmente, han creado un material que permite transmitir electricidad sin resistencia y pasar campos magnéticos alrededor del material.
¿Cómo se hizo el descubrimiento?
El nuevo material se llama “ReddMatter” debido a su color y como un guiño a las películas de Star Trek, ya que el director de la investigación es fan de la saga. Además, durante el proceso de generación del material, el ReddMatter generaba un color “rojo brillante intenso”. Para fabricarlo, el equipo de investigación emplea un metal de la tabla periódica de la zona conocida por la química como las “tierras raras” llamado lutecio, que mezclan con hidrógeno y una pequeña cantidad de nitrógeno.
Acto seguido, dejan reaccionar los tres componentes durante dos días a las condiciones de temperatura de 20,5 grados centígrados y comprimido a aproximadamente 145.000 libras por pulgada cuadrada (PSI), la unidad de presión que se utiliza para este tipo de mediciones. Tras ello, el compuesto alcanzó la superconductividad, dando lugar a un azul intenso y, finalmente, volvió a ser rojo, perdiendo sus prestaciones.
¿Es el fin del desperdicio energético?
El profesor Dias y su equipo está orgulloso de sus resultados, ya que su nuevo material superconductor permite transferir energía de manera más rápida, económica y eficiente, lo que abre una nueva era de superconductores de energía y sobre todo, una nueva puerta a estudios que antes eran imposible porque requerían altos costos enérgicos, multiplicando la posibilidad de realizar nuevas investigaciones.
Esta revolución tecnológica permitirá, en el futuro, enviar energía eléctrica sin interrupciones, ahorrando hasta 200 millones de megavatios-hora que se pierden actualmente debido a la resistencia. También podría contribuir a la fusión nuclear, donde tendrá especial importancia en el desarrollo de la máquina Tokamak.
En definitiva, este nuevo componente, es un primer paso hacia uno de los grandes desafíos que enfrenta la humanidad en este siglo para lograr la emisión infinita de energía a un costo mucho menor que el actual.
