Se puede decir sin temor a equivocarnos que la música y la humanidad han pervivido siempre en una simbiosis casi perfecta. Por ello, son cada vez más los estudios que demuestran que la música puede hacernos cambiar nuestro estado de ánimo en cualquier momento, cambiar nuestros sentimientos o incluso ser capaz de ayudarnos a relajarnos en momentos de estrés y ansiedad. Recientemente, los nuevos estudios muestran claras evidencias de que la música ayuda a revitalizar y a reconfigurar el cerebro.
¿Qué ocurre cuando escuchamos música?
Desde un punto de vista científico, se ha demostrado que cuando escuchas música, se produce una cascada de neurotransmisores, como las endorfinas y la dopamina, que mejoran la actividad cerebral y que se asocian con sentimientos positivos. Estos neurotransmisores pueden aliviar el dolor y activar otros sensores que pueden quedar inhibidos como consecuencia de ictus, accidentes de tráfico o una enfermedad degenerativa.
En concreto, el grupo de investigación dirigido por Nina Kraus, profesora de la Universidad Northwestern, muestra en sus últimos proyectos como mejora el desarrollo de la estructura cerebral en aquellas personas que escuchan música asiduamente y trabajan en conocer todos los instrumentos que componen la misma, mejorando considerablemente la memoria, la adquisición del lenguaje y la plasticidad cerebral, refiriéndose a esta última a la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y funcionamiento durante la vida del individuo e incluso durante procesos de rehabilitación como consecuencia de daños cerebrales.
Efectos de la salud cuando escuchamos música
Desde un punto de vista neurológico, la música se ha erigido como una gran solución para llevar a cabo procesos de neurogénesis, es decir, la regeneración y reparación de neuronas. Por ello, los médicos lo están empleando asiduamente en aquellos pacientes que tienen que recuperarse o paliar las consecuencias de enfermedades neurodegenerativas y lesiones cerebrales, así como reducir los síntomas que causan dichos problemas.
En una de las ramas que más se está empleado la música para revitalizar el cerebro es en aquellos pacientes que han sufrido un derrame cerebral o ictus, debido a que, muchos adultos que sufren este tipo de daños pierden la facultad del habla. Sin embargo, con frecuencia todavía pueden cantar, por lo que pueden recuperar el habla a través del canto. De modo similar, muchos adultos que padecen la enfermedad de Parkinson pierden la capacidad psicomotriz para caminar, pero la música y el baile pueden fortalecer el movimiento y mejorar sus pasos.
Con respecto a las personas que padecen demencia, la música se utiliza para evocar recuerdos, que les permita recordar a personas y lugares de su vida. Además, la música también se puede utilizar para tratar el nerviosismo y la agitación espontánea que se produce en los pacientes con esta enfermedad.
La música, es una solución para mejorar el día a día de la ciudadanía, ya que, también aporta beneficios para aquellos que tengan estrés como consecuencia del trabajo, reduciendo los niveles de este, el dolor crónico de articulaciones y mejorando el sueño, aspecto clave para tener un buen descanso y recuperarnos para el siguiente día.
En definitiva, los beneficios de la música en el cerebro no solo ayudan a los usuarios que tienen problemas neurológicos, sino que también ayuda a todas las personas, mejorando la salud mental, física y cardiaca, y lo más importante de todo, ayuda a mejorar nuestra calidad de vida, en un mundo cada vez más rápido y cambiante.
