The Last of Us es una serie de ciencia ficción que ha encandilado a medio mundo en un escenario post apocalíptico, donde la humanidad ha sucumbido ante un Cordyceps, un parásito que ha mutado como consecuencia del Cambio Climático y que es capaz de convertir a los humanos en sus zombis a su servicio. En este artículo vamos a conocer detalles sobre uno de los hongos del momento.
¿Puedes tener en tu casa el hongo zombie?
La ciencia ficción es el lugar donde los escritores y guionistas de series y películas dejan volar su imaginación en busca de llegar a lo imposible, a las cotas más elevadas de nuestra creatividad. Sin embargo, como todos sabemos, hay veces que la realidad supera la ficción, y en este caso, el hongo Cordyceps puede estar más cerca de nosotros de lo que pensamos.
El Cordyceps de la serie (basado en el juego que lleva el título homónimo) existe y es capaz de dominar el sistema nervioso y locomotor de los insectos con el objetivo de reproducirse y pervivir. En concreto, la serie se basa en el Ophiocordyceps unilateralis, más conocido como el “hongo de las hormigas zombi”. En cambio, en la vida real, el individuo infectado no se vuelve agresivo contra su propia especie, y de hecho, se ha observado a otras hormigas alejarlos mansamente si detectan que han sigo contagiados.
Junto a este parásito que todos conocemos, existe otras especies de Cordyceps mucho más benévolas para los seres humanos, sobre todo, porque tienen un uso medicinal, frecuentemente utilizado en oriente y que puedes encontrar en cualquier herbolario.
Este Cordyceps, que se cultiva en las zonas montañosas del Tíbet y Nepal, parasita larvas de la polilla Hepialus armoricanus Oberthuer, en cuyo seno produce el cuerpo fructífero, un tallo marrón oscuro de pocos centímetros, que sale de la tierra en posición vertical. Los agricultores lo recolectan y lo venden a las farmacéuticas para generar compuestos medicinales y afrodisíacos, sobre todo, porque entre sus beneficios, está la posibilidad de estimular la cantidad y la actividad de las células inmunitarias.
Con respecto al párrafo anterior, este Cordyceps no solo tiene un uso medicinal, sino que también podría ser un alimento debido a su gran aporte nutritivo, vitamínico y mineral, así como la posibilidad de aumentar la libido y la fertilidad, de ahí que al Cordyceps se le conozca como la viagra tibetana.
Este hongo, con múltiples beneficios humanos, no se puede ingerir de la misma forma que comemos otros alimentos, sino que se consume siempre como extracto concentrado en polvo, o deshidratado y molido.
¿Puede destruir el Cordyceps a la humanidad como en The Last for us?
Según la información que nos ha dado la nueva serie de HBO, el Cordyceps se originó en América del Sur y llegó a los humanos a través de cultivos infectados. Dos días después, el mundo estaba completamente contagiado e incapaz de parar la infección. Como consecuencia de ello, el mundo sucumbió.
Este acontecimiento tiene parte de veracidad y fantasía, ya que, como hemos comentado anteriormente, el Cordyceps es un hongo que existe y abarca unas 400 especies en todo el mundo, especialmente en zonas tropicales de Asia y América, aunque no todos ellos tienen la misma capacidad de infección y destrucción como el que tiene lugar en la serie.
Es cierto que las mutaciones pueden ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar y especie y las consecuencias que puede provocar en un nuevo huésped son desconocidas. Sin embargo, los hongos, no pueden afectar de forma tan abrupta a los seres humanos y aves porque ambas especies rigen su temperatura corporal por encima de los 37 °C. A esta temperatura, los hongos no pueden crecer correctamente, por lo que, en el peor de los casos, puede generar enfermedades pulmonares y hasta cáncer, pero nunca, alcanzar los niveles destructivos comentados.
También es importante tener en cuenta que las hormigas que sufren este tipo de parasitación no tiene el mismo sistema nervioso ni locomotor que los humanos, sino que tienen un sistema mucho más fácil y simple, por lo que, Ophiocordyceps unilateralis, el mismo que acaba con la totalidad de la especie humana, necesitaría una mutación asombrosa para adaptarse a los nuevos huéspedes y a las condiciones climáticas tan diferentes que habitan los humanos, con el fin de que el parásito consiga su finalidad, que no es destruir a los humanos, sino poder propagarse y reproducirse por el mundo.