Estar guapo es algo importante para todo el mundo, pero hay un sector que cree que la belleza solo se tiene cuando es jóven. Ese momento en el que la piel está tersa y no hay arrugas es importante, por lo que hay muchos que apuestan por echarse cremas con las que paliar los efectos de la edad. Algunas funcionan mejor, otras no tan bien, pero parece que se ha encontrado una forma con la que las plantas evitan el envejecimiento.
Lo curioso de todo es que todo apunta a que las compañías han dejado de lado una parte de las células que es vital para este cometido y que ahora parece que es más que relevante.
Las plantas y el aparato de Golgi, la combinación para parecer siempre joven
Proteínas, colágeno, aminoácidos, encimas… todas estas palabras son elementos que en algún momento entran en juego cuando hablamos del cuerpo humano. Puede que para los que entienden de nutrición les suene algunas, otros lo sabrán porque están acostumbrados a leerse los compuestos de las cremas y es en este punto donde un equipo de investigación ha querido hacer hincapié.
Resulta que un equipo de científicos han encontrado la forma de retrasar el envejecimiento humano y todo gracias al estudio de una parte de la célula muy subestimada. ¿Te suena el aparato de Golgi? Si no es el caso, fue un hallazgo de un biólogo italiano por el que se le dio su nombre y su aportación a la célula es el de procesar las proteínas y lípidos, así como su gestión.
Puede que no parezca muy interesante, pero lo cierto es que su importancia es capital para el rejuvenecimiento en el ser humano gracias a un estudio reciente. Según una de las autoras del estudio hecho por la Univesidad de California, Katie Dehesh, “Por primera vez, hemos definido la profunda importancia de un orgánulo en la célula que antes no estaba implicado en el proceso de envejecimiento”.
La investigación coge el berro, cuyas células controlan las respuestas a factores como la infección o la falta de luz y todo es gracias a una proteína que genera el aparato de Gogli. Esto hace que la supervivencia de las células sea mucho mayor y es algo que hasta ahora no se había estudiado para retardar el envejecimiento.
Las pruebas en plantas han sido un éxito
Lo mejor de todo es que la proteína que segrega esta parte de la célula no es diferente en todos los seres vivos y su función tampoco. Por eso, las pruebas realizadas en plantas podrán dar la llave para mejorar todos tratamientos antiedad que hay en el mercado enseñando cuál es la parte de la célula que hace que se mantengan frescas por más tiempo o, en el caso de los humanos, la piel se mantenga más joven.
En las pruebas se vio como el COG, que así es la abreviatura de la proteína, mantenía la estructura de las plantas aún en condiciones adversas y todo lo contrario cuando no tenían esta sustancia.
Sin duda queda mucho por descubrir sobre esta sustancia que ha estado ‘escondida’ durante tanto tiempo, aunque no hay duda de que sentará las bases de los próximos productos antiedad o incluso se podría aplicar para todas esas enfermedades en el que el factor tiempo es determinante.