En el espacio hay un motón de material rocoso esperando a ser encontrado e investigado. Los telescopios de nuestro planeta y las sondas enviadas hacen las veces de radar para ver qué hay más allá del Sistema Solar y comprobar qué hay en otras galaxias o qué elementos hay cercanos y estudiar su composición. Y es que el estudio de una de las sondas de la NASA ha encontrado algo realmente interesante para el devenir de la vida en el universo con el descubrimiento del asteroide Bennu.
La roca espacial cuenta en su interior con los elementos que podrían dar vida a un planeta en caso de chocar. La receta es muy sencilla: agua.
Bennu, el asteroide capaz de crear vida
Se dice que uno de los elementos más importantes que puede tener un planeta para encontrar vida es agua. El líquido es fundamental para albergar vida aunque sea microbiótica y eso ayuda a estudiar cómo viven esas formas de vida en lugares donde las situaciones de vida son hostiles. De hecho, nadie podría pensar que hay vida en otros planetas, pero mucho menos que hubiera algo en el espacio que pudiera ser esa chispa vital para provocar la vida en el planeta donde cayese.
Este es el caso de Bennu, un asteroide que la NASA ha podido estudiar gracias a la recuperación de la sonda OSIRIS-Rex tras su viaje por el espacio. El trabajo de este aparato ha sido el de encontrar muestras de diferentes elementos celestes con tal de recabar información sobre qué es lo que hay en el universo y en concreto si podía encontrar vida por el espacio.
Resulta que esta roca podría llegar de la explosión de otra roca, posiblemente un planeta del que solo han quedado algunos pedazos, gas y polvo espacial. Sin embargo, los diferentes estudios arrojan luz sobre su composición, donde encontraron varios elementos importantes para generar vida en un planeta donde pudiera caer y provocar un cambio radical en la superficie.
En primer lugar, hablamos del agua, un elemento clave para la vida, la cual ha permanecido congelada durante miles de millones de años. Otro elemento es el alto contenido en carbono, que aunque no lo creas es un elemento importantísimo para la creación de la vida, pero hay otro elemento crucial que es un derivado del agua salada de donde provenía: las evaporitas.
Este elemento también es muy importante y proviene de la evaporación del agua salada en las hendiduras de la roca. De entre todas ellas se han encontrado lo que se podría considerar el ‘ADN del asteroide’ y hacernos una idea de la historia de este. Se trata de un hallazgo realmente interesante, ya que también ayuda a conocer qué es lo que hay en el universo.
Más indicios de encontrar vida en el Universo
El caso de Bennu es uno de los más esclarecedores hasta la fecha. Durante años se ha intentado dar con la posibilidad de encontrar vida más allá del Sistema Solar y todo lo que ha aportado en información apuntaría a que esta hipótesis va por buen camino en lo que a su confirmación se refiere. Y es que otro de los elementos que lo prueba es la presencia de aminoácidos en su formación.
Para que te hagas una idea, en la Tierra hay un total de 20 aminoácidos que permiten que haya vida, de los cuales Bennu llevaba un total de 14. Esto no solo sienta las bases de que podría ser el caldo de cultivo perfecto para albergar vida y encontrarla más allá de nuestro conjunto de planetas alrededor del Sol, si no que podría ser la base para llevar vida a otros planetas.
No cabe duda de que la exploración de la sonda OSIRIS Rex ha sido de gran ayuda para la comunidad científica que siempre ha mirado al cielo en busca de una señal de vida más allá de los límites de la vía láctea o en las galaxias que la conforman.