¿Nunca te has preguntado que hay más allá de las estrellas? ¿Qué pasará cuando nosotros dejemos de existir? ¿Seguirá el mundo tal y como lo conoces después de todo? Esta son algunas de las cuestiones que muchos de nosotros nos preguntamos siempre que nos ponemos a mirar el espacio y preguntarte que se esconde tras de él, porque nuestro planeta es azul y porque el sistema solar alberga secretos que tras tantos años de estudio desconocemos. En consecuencia, hoy vamos a hablar de algunos secretos que seguro que desconocías del sistema solar y que muchos de ellos te dejarán con la boca abierta.
Un gran vacío con “algo”
Lo primero que deberíamos destacar es que nuestro sistema solar es exactamente igual que los demás, es decir, un conjunto de elementos de gran tamaño girando en torno a una gran estrella y un enorme vació entre ellos. El enorme vació que tiene nuestro sistema es enorme, tan grande que si queremos rodear nuestro sistema al completo, necesitaremos 230 millones de años. Misión imposible con los estándares tecnológicos actuales.
Ahora bien, este gran vació se formó hace un total de 4.600 millones de años por el colapso de una nube molecular gigante. Como consecuencia de ello, la masa se acumuló formando el sol y un disco plano a su alrededor, que acabó conformando los planes que conocemos actualmente, así como el cinturón de asteroides que se localiza entre Júpiter y Marte.
Por último, antes de pasar al siguiente apartado, vamos a destacar donde se localiza la vía Láctea en el sistema solar. En concreto, se localiza en la vía láctea, a unos 828.000 km/h, donde nos encontramos ante uno de los cuatro brazos espirales de la galaxia, concretamente en el brazo de Orión o brazo local.
¿De qué están compuestos los planetas del sistema solar?
Los cuatro planetas interiores, más pequeños que el resto, son conocidos como los planetas terrestres, compuesto principalmente de roca y metal. El resto de planetas, son los denominados gigantes gaseosos, los cuales, son mucho más grande y más masivos que los planetas interiores.
Dentro de los gigantes gaseosos, dos grupos. Por un lado, Júpiter y Saturno, que están compuestos principalmente de hidrógeno y helio. Por otro lado, tenemos los otros dos gigantes gaseosos, Urano y Neptuno, conformado por agua, amoníaco (NH3) y metano (CH4).
Entre los planetas gaseosos, destacamos Neptuno, el cual es el planeta más alejado del sol. Este gigante gaseoso, apenas recibe luz ni calor, por lo que su temperatura media es de -200 grados centígrados. Además, sus estaciones climáticas son casi de generacionales, donde encontramos inviernos que pueden alcanzar hasta los 40 años de duración, aunque gracias al posicionamiento con respecto al sol, puede alcanzar temperaturas de 10º centígrados en los polos. Como consecuencia de ello, la velocidad que se podría alcanzar los vientos en Neptuno, puede acabar generando gélidas ráfagas que superan los 2.000 km/h, cinco superiores a lo más fuerte registrado en la tierra.
En contrapartida a Neptuno, tenemos que destacar Venus, el planeta más caliente de todo el sistema solar, conformado por altísimos niveles de dióxido de carbono de su atmósfera, combinados con la ausencia de agua superficial, provocando que sea imposible regular su temperatura.
En concreto, este planeta puede alcanzar temperatura hasta de 470 grados centígrados, pero con grandes oscilaciones térmicas debido a que la conformación de nubes provoca que las zonas nubladas alcancen las mismas temperaturas que la tierra.
¿Tiene límites?
Muchos pensamos que el borde del sistema solar se encuentra más allá del planeta enano Plutón. Sin embargo, el límite real del sistema solar es 1.000 veces más lejos que dicho planeta.
En concreto, el límite de nuestro sistema solar lo marca la nube de Oort, que es una barreta gravitacional que sostiene nuestro Sol. Esta nube cuenta con billones de objetos atrapados a la fuerza gravitacional del sol como son los asteroides, cometas y que se encuentra a un año de luz.
En relación con el párrafo anterior, nuestra estrella genera una especie de atmósfera mucho más allá de su superficie visible. De hecho, todos los planetas que conforman la “atmósfera del sol”, por lo que, podemos decir de ciertas maneras que vivimos dentro del sol. En términos relativos, la atmósfera solar, llamada heliosfera, se extiende hasta al menos 100 unidades Astronómicas, es decir, casi 16.000 millones de km.
