En estas últimas semanas Netflix ha recogido un montón de visitas por una serie que parece que captar el interés de muchos. Su nombre tal vez lo conozcas porque ya la has empezado o porque la has visto anunciada y no es otro que El Problema de los Tres Cuerpos. Y es que lejos de tener un nombre que bien podría valer para una serie de asesinatos, lo cierto es que esta serie esconde un trasfondo científico que la explica.
Ya son muchos los que se han enganchado más o menos a la serie, pero son los más curiosos los que van más allá de la trama y quieren saber si hay algo de trasfondo real en todo esto.
El problema de los tres cuerpos existe, y no tiene solución
Los amantes de la literatura son los que primero se pueden alegrar (o no) de la adaptación de una obra que ha pasado por sus manos a la gran o pequeña pantalla. Son muchos los casos, empezando por la fantasía que nos trajo El Señor de los Anillos, pasando por Harry Potter o algunos de los últimos éxitos como Reina Roja o nuestro protagonista de hoy que es El Problema de los Tres Cuerpos.
Para los que todavía no han visto la serie, y a modo de sinopsis, se trata de una adaptación de la obra del autor Liu Cixin quien nos plantea una realidad alternativa en el que China logra establecer contacto con vida extraterrestre gracias a un proyecto militar. Los resultados son positivos, aunque los planes de los alienígenas no son de lo más pacíficos.
Sin embargo, este problema se ha planteado por los astrofísicos como un sistema caótico. Para entenderlo tenemos que remontarnos a la ley de conservación de la energía del Universo, la cual dice que la energía ni se crea ni se destruye, se transforma. Esto se aplica a un sistema en el que una estrella y un planeta orbitan entre si, haciéndolo de manera ordenada y sin que una genere energía suficiente para desplazar a la otra.
Y aquí es donde entra el tercer cuerpo, momento en el que todo se desmorona y se mueven de forma caótica. Lo que se consigue es que el tercer cuerpo es capaz de generar ese extra de energía para sacar a uno de los dos cuerpos de la órbita, el cual puede volver para generar el mismo efecto. Y esto no lo decimos nosotros, ya que el Dr. Matt Kenzie, profesor asociado de física en la Universidad de Cambridge que participó en el desarrollo de la serie, comentó que “tan pronto como tienes tres cuerpos o más que ejercen una fuerza entre sí al mismo tiempo, ese sistema se descompone” y “no se conocen soluciones al problema de los tres cuerpos”.
Otros aspectos científicos que también aparecen en la serie
Como puedes ver, El Problema de los Tres Cuerpos existe, pero tal vez no era como esperabas, pero tiene una base científica para dar a conocer el problema que expone en la serie. Sin embargo, no es la única cosa que si que tiene una explicación lógica o que sí que se puede encontrar en un laboratorio avanzado con fines de todo tipo.
Evitando todos los posibles spoilers posibles, por si todavía eres de los que no han visto la serie, el tanque de Cherenkov del primer episodio existe y es lo que comúnmente se conoce como detector de partículas. Este se utiliza para medir e identificar las partículas además de medirlas y observarlas.
Por supuesto, también se puede apreciar otro artefacto que a muchos les gusta mencionar como es el acelerador de partículas. Tienen mucho que ver con el artilugio anterior, ya que el primero es el recipiente al que van a parar las partículas que el acelerador carga a grandes velocidades y energía. Esto lo consigue gracias a los campos electromagnéticos, los cuales son los encargados de mover esas partículas antes de que acaben en el detector de partículas para su estudio posterior.
Lo que si que no tiene una explicación científica ni existe (aún) son las gafas que has visto y que expresan una realidad virtual. Es cierto que ya existen visores con esta capacidad, pero lo que plantea Netflix con este tipo de aparatos es un paso mucho más allá.
No solo te transportan a una realidad alternativa, también tendrás la posibilidad de experimentar cosas con todos los sentidos, incluido algo tan complejo como es la muerte. Y aquí la realidad está muy cerca de la ficción, ya que existen chalecos o dispositivos que recrean los golpes o los balazos para que sientas una parte ínfima de lo que sería en la realidad, por lo que seguirás sintiéndote vivo en todo momento.
