El Sol, esa estrella central y fulgurante que tanto quema en verano y que domina nuestro cielo, no solo es importante para nuestro planeta, sino que es el corazón del sistema solar. Su importancia es incuestionable, pues sin él, la vida tal como la conocemos no existiría.
Por mucho que nos quejemos de él en pleno agosto, o incluso en abril y mayo, como ya empieza a suceder, la realidad es que las consecuencias serían catastróficas si alguna vez se extinguiera. Y, aunque de momento no es una posibilidad cercana, la NASA y muchos otros organismos científicos se han encargado de adelantar lo que sucedería si el Sol muriera.
Consecuencias nefastas para la vida en el Sistema Solar
El Sol ha sido adorado y reverenciado en muchas culturas a lo largo de la historia. Ha inspirado mitos, religiones, arte y literatura, reflejando su papel central en nuestra existencia. De hecho, ha servido como un calendario para las civilizaciones humanas, marcando el paso de las estaciones y permitiendo la agricultura y el desarrollo de sociedades
Pero hay que tener en cuenta que el Sol no es solo una estrella, sino que es la fuente primordial de energía que sustenta la vida en la Tierra (y quien sabe si en otros planetas). La luz del sol es la que permite la fotosíntesis en las plantas, que a su vez produce el oxígeno que respiramos y suponen base de la cadena alimenticia. Es decir, sin sol, no hay plantas, y sin plantas, ni hay aire que respirar ni hay alimentos.
La base de la cadena alimenticia se colapsaría: los herbívoros no tendrían plantas para comer y los carnívoros no tendrían herbívoros para cazar. La mayoría de las especies animales, incluyendo los humanos, morirían en cuestión de meses o años.
Además, el calor solar mantiene nuestro planeta en una temperatura adecuada para la vida y sin él, el frío que hace en Burgos en Invierno sería solo una pequeña brisa en comparación con lo que nos esperaría en cualquier parte del globo.
Pero, tranquilo, quizá no tengas tiempo ni de buscar el abrigo más gordo, ya que sin la fuerza gravitacional del sol que mantiene al resto de astros en su lugar, los planetas, incluida la Tierra, se dispersarían en el espacio o colapsarían en un caos gravitacional con otros cuerpos celestes.
En resumen, la vida, tal como la conocemos, no podría sostenerse sin la energía solar.
Otras consecuencias menores, para el que sobreviva
Las variaciones en la actividad solar, alterarían la forma de vida humana, pero también puede causar cambios significativos en el clima global, afectando patrones meteorológicos, corrientes oceánicas y temperaturas globales. Eso, como ya hemos visto en el cine, podría provocar glaciaciones o sequías extremas.
No obstante, ni te darías cuenta, ya que si el Sol se extinguiera, el sistema solar se sumiría en la oscuridad. Las temperaturas caerían drásticamente, haciendo imposible la vida en la Tierra tal como la conocemos.
Por suerte, parece que esto no sucederá pronto. Es importante recordar que el Sol no se extinguirá de repente. Su muerte es un proceso gradual que durará miles de millones de años. A medida que el Sol envejece, se convertirá en una gigante roja, una estrella hinchada que engullirá a Mercurio y Venus, según ha advertido en numerosas ocasiones la NASA.
Finalmente, colapsará en una enana blanca, una estrella pequeña y densa, pero, hasta llegar a este estado, la Tierra se verá cada vez más afectada por los cambios en el Sol. La temperatura aumentará, las plantas morirán, la atmósfera se volverá más tenue y la radiación solar se intensificará.
Prepara la crema solar.
