Estamos acostumbrados a escuchar que uno de los grandes desastres naturales que puede ocurrir a la Tierra es que el agujero de la capa de ozono se sigue abriendo provocando un calentamiento excesivo de la corteza. Sin embargo, sentimos ser portadores de malas noticias cuando te digamos que hay otro fenómeno que puede afectar y de manera muy negativa al futuro de la humanidad y no es otro que el colapso oceánico. Si no conocías este fenómeno te instamos a conocerlo para saber cuáles son los efectos que puede producir semejante desastre natural.
Como sabrás, la Tierra está en constante movimiento, como también lo están los diferentes elementos que están sobre ella. Con esto nos referimos a las corrientes aéreas y los efectos climáticos de la superficie, pero bajo el mar también hay elementos más que importantes y que tener en cuenta por su gran influencia sobre el globo terráqueo.
La influencia de la corriente termohalina
Si eres una de esas personas que viven cerca del mar seguro que hay veces que te quedarás perplejo viendo lo grande que es la masa de agua que separa los diferentes continentes. Pero no hablamos de una materia inerte que simplemente muere de pequeñas olas hacia la costa y que en el peor de los casos es capaz de azotarla con violencia si las condiciones climáticas así lo permiten. Debajo de los océanos existen lo que se conoce como circulación termohalina, algo que para el común de los mortales son las corrientes oceánicas que se mueven a una gran distancia de la superficie y que hace que las aguas circulen de un lado al otro del planeta sin que nos demos cuenta.
Su existencia no es mera casualidad y además hablamos de uno de los elementos más importantes para el mantenimiento natural no solamente de los océanos sino también de nuestro propio planeta. Y es que hay que tener en cuenta diferentes elementos que las hacen tan importantes, ya que al distribuir las aguas de un punto a otro del planeta esto permite mantener una temperatura más o menos estable gracias a que las zonas de agua más cálida reparten a través de estas corrientes ese calor hace las zonas en las que el sol no pasa mucho tiempo. Además, estas corrientes funcionan a diferentes profundidades, lo que hace que ese equilibrio entre agua más caliente y más fría se equipare.
Sin embargo, en los últimos años estas corrientes están comportando de una manera algo más extraña de la habitual y de hecho en los últimos estudios publicados se han encontrado indicios de una posible ralentización en diferentes zonas del planeta donde actúan estas corrientes. Concretamente en la parte norte de Europa, donde actúan el sistema de corrientes del océano Atlántico se ha detectado una emisión de calor inusualmente más grande de lo normal a la atmósfera, lo que ha provocado un cambio radical en las temperaturas de esta zona haciéndolas más suaves de lo común.
Cerca del punto de no retorno
Con esto que te estábamos contando antes hay que tener claro una cosa y es que existe la posibilidad de que se produzca un colapso oceánico el día de mañana. Sabiendo que existe una ralentización de la corriente termohalina, todo apunta a que, como ocurre con la capa de ozono, estamos llegando a un punto de no retorno en el que sería prácticamente imposible recuperar las corrientes mediante procesos naturales. Esto no quiere decir que la propia naturaleza no sea capaz de hacer modificaciones para mantener el resto de las corrientes pero lo cierto es que para la humanidad sería un duro golpe.
Y es que si nos preocupa mucho que los gases de efecto invernadero provoquen daños en el aire que respiramos lo cierto es que hay que tener también mucho cuidado con el colapso oceánico. En primer lugar, porque la gran masa de agua que recubre todos los continentes tiene la capacidad de regular la temperatura de todo el planeta y su ausencia podría reducir las temperaturas de cinco a diez grados respecto a los más actuales. De hecho, se habla de que en la parte norte de Europa podrían sufrir unos inviernos mucho más duros que de costumbre.
Esto también traería consigo que el reparto de elementos como el oxígeno o el carbono además de los nutrientes que necesitan muchas especies marinas cambiaría de lugar de manera irremediable dando lugar a otro fenómeno que tampoco ayuda al ser humano y es la migración de muchas especies animales marinas lo que haría difícil el trabajo de pesca a la orden de encontrar según que especie.
Evitar el colapso oceánico también es una tarea del hombre
Los científicos advierten que el colapso oceánico es una realidad y no hay que tomarla a la ligera. Es cierto que todavía no hemos llegado a ese famoso punto de no retorno, pero eso no quiere decir que no estemos lejos de él. Por ese motivo, es importante que los países tomen diferentes medidas para paliar los efectos negativos de los gases invernaderos. De esa manera se puede ayudar a que las corrientes mantengan sus ritmos habituales hasta el punto de volver a unos niveles normales. Esto también podría ayudar a evitar el deshielo tan rápido de los polos que también tiene mucho que ver cuando hablamos del cambio tan drástico de temperatura que están sufriendo los océanos.